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Consejos para disfrutar Menorca

In Viajes
marzo 21, 2022

Una de las islas más interesantes para el turismo en el verano es Menorca. Ubicada en un lugar accesible para la mayoría de las ciudades de España, e incluso con escala desde cualquier parte del mundo, es un lugar que invita a recorrerlo y a disfrutarlo, sobre todo más allá de lo obvio: playas paradisíacas.

Y es que resulta obvio pensar en Menorca y pensar en playas paradisíacas y calas prácticamente vírgenes. Pero lo cierto del caso es que la isla está repleta de localidades antiguas, pueblos con mucho encanto y algunos lugares donde el ritmo de vida no ha cambiado desde prácticamente su fundación, lo que da lugar a un tipo de turismo que, antes que nada, merece guardar la identidad del lugar.

Turismo con identidad

Menorca es una isla con identidad. Y por esa razón, algunos hoteles como el caso de Cristine Bedfor Mahón intentan darle una identidad aún mayor al hospedaje, algo imprescindible si se viaja como turista hasta esta isla.

El establecimiento difiere mucho de lo que la industria hotelera estila, saliendo del cliché y los espacios acartonados, para ofrecer calidez, vanguardia, elegancia y mantenimiento puro de las tradiciones y los colores que han formado parte de la isla desde siempre, y que le brindan sus señas de identidad.

Por supuesto, hospedarse en sitios como este es una forma diferente de aumentar el disfrute de la isla como tal, como su concepto y en su máxima expresión.

En el mar la vida es más sabrosa

Ya se decía antes: lo obvio en Menorca es disfrutar del mar y de su buen clima. En tal sentido, algunas calas como Pregonda, Macarella, Tortuga o Pilar son las recomendaciones habituales de los turistas, aunque no son ni por asomo las únicas playas de calidad que se encontrarán en la isla.

En la isla, lo que sí se encontrarán son actividades relacionadas con el mar, por lo que las personas que viajen con sus familias no tendrán respiro y las posibilidades para elegir serán muy diversas:

  • Excursiones en kayak.
  • Paseos en veleros y catamaranes a las playas idílicas y prácticamente desiertas de Menorca.
  • Excursiones y paseos en barco, prácticamente durante todo el día a bordo de los mismos.
  • Hacer snorkel, algo ideal para las familias con niños.

Menorca es una colección de paisajes

Además de visitar Mahón, Binibeca o por supuesto la Ciudadela, Menorca está repleto de lugares que invitan a tomar una fotografía digna de postal. No en vano, algunos visitantes reseñan a la isla como una colección de atardeceres, ya que tiene muchos faros desde los cuales se pueden disfrutar algunos atardeceres maravillosos.

Pero si contemplar paisajes inolvidables, y a la vez, compartir de un momento relajante con la pareja o la familia es más de lo suyo, acudir al Monte Toro es una obligación. Se trata del punto más alto de la isla y allí se podrá ver una vista panorámica de toda Menorca. En días de verano, a pleno sol, también se puede ver tranquilamente la isla de Mallorca, su hermana mayor.

Visitar el puerto de Mahón

La capital de Menorca es un punto obligado para la visita de todas las personas que lleguen a la isla. Si el alojamiento elegido estará allí, es conveniente no solo visitar sus calles y edificios históricos, sino aún más acudir al puerto de la ciudad de Mahón.

Su puerto es posiblemente uno de los más grandes de todo el mundo, al menos de los puertos naturales. Su paseo marítimo invita al disfrute y, por supuesto, hay toda una industria de ocio y hostelería alrededor del mismo, por lo que una tarde entera puede durar un recorrido en el que sin duda se conocerán muchos lugares escondidos y se probarán muchos sabores autóctonos.

Menorca es un lugar que invita a recorrerlo sin prisas, con la mente abierta para sorprenderse gratamente. Sin dudas, es un destino que no defrauda.