Durante la etapa de la niñez y, especialmente en los primeros 2 años de vida, el desarrollo debe ser observado con atención, siendo las evaluaciones pediátricas muy importantes para ello. Esto se debe, a que en ese periodo se manifiestan los síntomas de muchas condiciones, y es necesario descartarlas o diagnosticarlas.
Una de esas condiciones es el Trastorno del Espectro Autista, identificado con las siglas TEA.
¿Qué es el TEA?
El trastorno del espectro autista es una condición que afecta al adecuado desarrollo del niño y que involucra aspectos neurológicos. El TEA no tiene cura conocida, pero hay tratamientos que mejoran la calidad de vida de la persona y, en muchos casos, permiten una vida normal o casi normal.
En el caso de observar alguno o varios de los síntomas o señales del trastorno del espectro autista, es conveniente consultar con un especialista, por ejemplo, un psicólogo en Málaga que realice una evaluación integral y que lleve a un diagnóstico.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno del espectro autista?
El TEA o Trastorno del Espectro Autista se manifiesta en la niñez, casi siempre hacia los 2 años de vida. Al ser un trastorno que involucra muchos tipos y grados de afecciones, los síntomas son muy variados.
A continuación se enumeran los más comunes:
- El pequeño no sonríe o se expresa gestualmente hacia los 6 meses de edad, es decir, no les corresponde con sonrisas a sus padres o cuidadores y no evidencia felicidad al verlos.
- A los 9 meses de edad, el niño no es capaz de imitar sonidos o expresiones faciales.
- Al año de edad, el pequeño no hace sonidos vocales, los llamados gorgoritos o balbuceos.
- A los 14 meses de edad, los niños deben poder señalar, saludar, o gestos similares. Si no lo hacen, puede ser un síntoma.
- Si el niño no dice palabras simples a los 16 meses de edad.
- Si el pequeño es incapaz de participar en juegos de imitación o simulación a los 18 meses de edad.
- Si el niño no es capaz de juntar dos palabras simples para formar una frase, por ejemplo, “quiero agua”.
- Si pierde alguna habilidad social, como decir palabras o expresiones faciales; es decir, después de haber desarrollado alguna capacidad, de pronto ya no la tiene. Esto puede suceder a cualquier edad.
¿Qué hacer si un niño presenta síntomas de TEA?
- Si un padre o madre tiene sospechas de que su hijo presenta síntomas del Trastorno de Espectro Autista, lo primero que debe hacer es consultar con un especialista.
- Es conveniente mantener un registro de las señales que presente el pequeño, de manera que se puedan responder las preguntas del especialista y hablar con propiedad de cada síntoma o señal.
- El diagnóstico del TEA no siempre es sencillo, ya que los síntomas son muchos y pueden confundirse con otras condiciones. Es por eso, que es conveniente que los padres tengan mucha paciencia y no se dejen llevar por la angustia.
- Una vez que su hijo sea diagnosticado, será necesario aprender todo lo que se pueda de ese trastorno, y del caso específico que presente el niño. Los padres o cuidadores tienen un papel primordial en el tratamiento del TEA.
¿Cuáles son los factores de riesgo del TEA?
Las causas del TEA no han sido determinadas todavía, pero se han identificado algunos factores de riesgo para que un individuo presente este trastorno.
Los siguientes son algunos:
- El sexo del bebé. El TEA es más frecuente en varones. Hay 4 veces más niños que niñas con Trastorno del Espectro Autista.
- Prematuridad. Los bebés que nacen con 26 semanas o menos, tienen mayor riesgo de sufrir TEA.
- Antecedentes. Las familias con casos de TEA tienen mayores probabilidades de tener un bebé con este trastorno.
- Otros trastornos. Los pacientes con síndrome de cromosoma X frágil, esclerosis tuberosa y el síndrome de Rett, tienen una mayor incidencia de TEA.
El Trastorno del Espectro Autista no se puede prevenir ni curar, pero el diagnóstico temprano y los tratamientos disponibles, ofrecen grandes posibilidades para los pacientes y sus familias.
