El trabajo que desempeñan los talleres, en todos los sectores, está cada vez más valorado.
Aunque hoy en día la tendencia pasa por la automatización, aún hay ciertos servicios, trabajos y aplicaciones que necesitan de herramientas útiles para poder desempeñarlo de la manera tradicional.
En este sentido, hay una herramienta que, ya sea en talleres mecánicos, de manufactura, de reparación y en general en cualquier tipo de fábrica, es básica: el compresor de aire.
Para comprender por qué es imprescindible, es necesario antes entender cómo funciona. El compresor es capaz de tomar el aire atmosférico para comprimirlo, un proceso que supone un calentamiento del mismo que consiste en aumentar su presión y que acaba sirviendo, en la industria y en este tipo de talleres, como energía o como proceso de trabajo.
En realidad, el uso del aire comprimido está mucho más extendido de lo que se piensa. En el caso de talleres, el hecho de que salga con cierta presión, seco y libre de aceites o partículas facilita que tenga la calidad necesaria para los trabajos realizados en el taller y no perjudique la maquinaria que consume el aire comprimido.
¿Cómo sacan partido de él? Como uso para alimentar herramientas neumáticas como atornilladores, clavadoras, remachadoras, llaves de impacto, lijadoras y taladros neumáticos.
“Por suerte está habiendo una gran evolución en este tipo de maquinaria. Hoy podemos hablar de compresores de tornillo con inyección de aceite que otorgan la potencia necesaria para talleres de automoción y que pueden funcionar durante todo el día. En las innovaciones del elemento tornillo se ha conseguido suministrar más aire con menos energía sin perder resistencia y durabilidad” explican desde Puska.
Tres usos más habituales del compresor
En los talleres, es un equipo que tiene principalmente tres funciones:
- Alimentación de herramientas neumáticas, sobre todo llaves de impacto, carracas, pulidoras y lijadoras.
- Funcionamiento de los elevadores neumáticos.
- Para el inflado de las ruedas.
- Cabinas de pintura y engrasadoras de aceite
Pero no es el único entorno en el que este tipo de maquinaria es útil. Desde que se usan, en ciertos trabajos han supuesto un ahorro de tiempo gracias al uso de compresores, por ejemplo, en las pistolas de pintura o lacado. Con ellas una habitación o un vehículo tarda mucho menos en pintarse y, además, optimizando al máximo el consumo de pintura. La terminación es además mucho mejor.