Desde la semana pasada, los medios de comunicación no han dejado de escudriñar una serie de documentos clasificados sobre Ucrania, supuestamente elaborados por el Pentágono y las agencias especiales de Estados Unidos. Estos documentos revelan información detallada sobre el conflicto entre Ucrania y Rusia, incluyendo las pérdidas aproximadas de ambos países desde el inicio del conflicto, el armamento y los equipos necesarios para Kiev en el futuro, el calendario de entregas por parte de Washington y la OTAN, el número de efectivos y material bélico en diferentes frentes, las capacidades de la defensa antiaérea ucraniana, y más.
Además, los documentos también mencionan que Estados Unidos ha penetrado tan profundamente en el Ejército ruso y sus mandos que puede advertir a Ucrania con antelación de los ataques y evaluar con fiabilidad los puntos fuertes y débiles de las fuerzas rusas.
La filtración ha llamado la atención sobre la posible implicación de Israel en el conflicto, con un informe que sugiere que Israel podría estar considerando enviar ayuda letal a Ucrania, algo que se ha negado a hacer frente a la posible escalada de tensiones con Rusia y la presencia de sus tropas en Siria.
Por otra parte, un documento de inteligencia estadounidense apunta a que China podría usar los ataques ucranianos contra objetivos ubicados en las profundidades de Rusia como una oportunidad para presentar a la OTAN como agresor, lo que podría aumentar la ayuda de China a Rusia si considera que los ataques son «significativos».
La filtración de estos documentos, que apareció en diferentes redes sociales como Twitter, Telegram y YouTube, ha generado preocupaciones sobre la seguridad nacional y ha llevado al Pentágono y al Departamento de Justicia estadounidense a lanzar investigaciones para estimar las posibles repercusiones.
Sin embargo, la cuestión clave es quién está detrás de la filtración. Las investigaciones están analizando cuatro o cinco teorías que van desde un empleado descontento a una amenaza interna que quería socavar activamente los intereses de seguridad nacional de Washington. Las fuentes de Reuters no descartaron que los documentos pudieran haber sido manipulados para confundir a los investigadores o para difundir información falsa.
A pesar de los esfuerzos por eliminar o ocultar los datos destapados, dada la amplia circulación de la información en internet, es muy poco probable que se puedan eliminar u ocultar los datos revelados. Mientras tanto, la incertidumbre y las especulaciones continúan en torno a la filtración de estos documentos clasificados sobre Ucrania y quién podría estar detrás de ella.