Los ataques de pánico y los trastornos de ansiedad tienen una alta prevalencia en las sociedades desarrolladas, muy especialmente los segundos. Aunque estos dos fenómenos psicológicos tienen ciertos lazos de unión, existen diferencias relevantes entre ellos.
Conque, a fin de conocer las coincidencias y las diferencias, nos hemos puesto en contacto con los responsables de Cepsim, un centro psicológico especializado en trastornos de ansiedad y en el Tratamiento ataque de pánico Madrid. En las siguientes líneas, resumimos para nuestros lectores los temas abordados en dicha conversación.
Los ataques de pánico
Los ataques de pánico son episodios de ansiedad de carácter muy extremo y repentino. Pueden ocurrir sin una razón aparente o ser desencadenados por un factor externo, aunque es más habitual lo primero.
Los síntomas de un ataque de pánico incluyen palpitaciones, sudoración, dificultad para respirar, mareos, náuseas, temblores, sensación de irrealidad, pérdida del autocontrol e incluso temor a fallecer durante el ataque.
Estos síntomas pueden durar desde unos pocos minutos hasta media hora, causando una gran angustia en la persona que los padece. Además, los ataques de pánico pueden ser imprevistos o esperados, dependiendo de si existe o no un desencadenante identificable.
Los ataques de pánico imprevistos son los más comunes y pueden provocar en quien los padece un temor permanente a volver a sufrirlos. En este caso, se dice que el paciente padece un trastorno de pánico, en el que se combinan la presencia de ataques de pánico recurrentes y el temor persistente a padecerlos.
Los trastornos de ansiedad
Por su parte, la ansiedad es una respuesta emocional tensa y desagradable, que se manifiesta ante una situación, experiencia o evento que se considera amenazante, peligroso o no deseado.
La ansiedad puede ser adaptativa y pasajera, preparando al individuo para afrontar una situación de desafío o un conflicto previsible; es lo que coloquialmente se denomina «estrés». Añadimos que las personas que sufren elevados niveles de estrés durante periodos de tiempo muy prolongados son claros candidatos a desarrollar, con el tiempo, un trastorno de ansiedad.
Pero la ansiedad también puede ser de carácter no adaptativo. Esto ocurre cuando es excesiva, irracional o interfiere en la vida cotidiana de quien la experimenta. Las sensaciones incómodas y desagradables se manifiestan prácticamente de manera permanente y es entonces cuando los psicólogos entienden que existe un trastorno de ansiedad.
A modo de ejemplo, estos son algunos de los trastornos de ansiedad más habituales:
- Trastorno de ansiedad generalizada.
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
- Trastorno de estrés postraumático.
- Trastorno de ansiedad por separación (frecuente en menores cuyos padres se han separado).
- Trastorno de ansiedad social (fobia social).
- Otras fobias específicas (por ejemplo, la agorafobia, cuya consecuencia negativa es que el afectado evita transitar o permanecer en espacios públicos).
Relación y diferencias entre los ataques de pánico y los trastornos de ansiedad
Los ataques de pánico y los trastornos de ansiedad comparten una característica común: en ambos casos se modifica anormalmente la actividad psicológica y la fisiológica del afectado.
Además, algunos ataques de pánico pueden ser provocados por un trastorno de ansiedad subyacente, pero no todas las personas que padecen ansiedad sufren ataques de pánico. Asimismo, no todas las personas que experimentan ataques de pánico tienen un trastorno de ansiedad. En cuanto a las diferencias:
- Los ataques de pánico suelen ser de carácter muy severo, breves, esporádicos y, a menudo, inexplicables.
- Por contra, la ansiedad es de carácter mucho más leve, prolongada en el tiempo, constante y suele tener, al menos, un motivo identificable.
- El tratamiento, aunque en los dos casos se basa en la psicoterapia, no es el mismo.
Tratamiento de los ataques de pánico y de los trastornos de ansiedad
Es al psicólogo a quien le corresponde evaluar la sintomatología del paciente y diagnosticar si sufre uno o ambos trastornos, puesto que, como ya sabemos, en ocasiones, pueden presentarse de forma simultánea y solapada.
En cualquier caso, el Tratamiento ansiedad Madrid y de los ataques de pánico depende de la gravedad y del impacto de los síntomas en el bienestar de la persona afectada y en sus actividades cotidianas. En muchos casos, es posible controlarlos mediante la psicoterapia, sin ninguna necesidad de emplear medicamentos.
Y es que la psicoterapia es la herramienta fundamental para que el paciente aprenda a identificar los síntomas y a modificar los pensamientos, creencias y conductas que desencadenan los ataques de pánico o los episodios de ansiedad. En este sentido, la terapia cognitivo-conductual es una de las más efectivas para este tipo de problemas.
Sin embargo, en los casos de especial gravedad puede ser necesaria una combinación de psicoterapia y tratamiento farmacológico. Y es que la medicación puede aliviar tanto los síntomas físicos como los emocionales, facilitando así el procedimiento terapéutico psicológico.
En concreto, los fármacos más usados en ambos casos son los antidepresivos y los ansiolíticos. Además, pueden emplearse medicamentos betabloqueantes para reducir la sintomatología física de los ataques de pánico, caso de la sudoración incontrolada, la elevada frecuencia cardíaca o los espasmos musculares.
En este sentido, en la página web de Cepsim puede obtenerse más información acerca de las opciones del tratamiento de ansiedad, así como de las terapias personalizadas para controlar los ataques de pánico.
