Elegir una guardería no siempre es sencillo. Las más urbanas buscan tener cierto espacio en el que los pequeños, cuando el tiempo lo permita, puedan estar al aire libre para ofrecer un extra a sus papás pero, ¿qué planteamiento podría tener una escuela infantil en un entorno isleño?
Las guarderías isleñas brindan una oportunidad única para que los niños aprendan y jueguen en un entorno natural rico en biodiversidad y vida marina. Al integrar el aprendizaje al aire libre y el mar, pueden ofrecer a los niños la oportunidad de explorar y apreciar el mundo natural que los rodea.
Cómo interpretar el entorno desde la educación temprana
Una de las principales ventajas de las guarderías de las islas es la abundancia de actividades al aire libre disponibles para que los niños participen haciendo actividades extracurriculares y también en el ámbito del apoyo psicológico en su desarrollo cognitivo.
“Los niños pueden explorar el entorno natural, incluida la playa, los bosques y los parques, y participar en actividades físicas como senderismo, natación y jugando juegos. Al participar en programas educativos basados en la naturaleza, como observación de aves y vida marina, los niños pueden aprender sobre las diferentes especies que habitan la isla y cómo interactúan con su entorno de forma natural. En nuestra escuela apostamos por un aprendizaje global, donde se tome conciencia de los beneficios de la propia isla” explican desde La Escuelita.
¿Qué consejos dan los profesionales para las guarderías en islas?
Además de las actividades al aire libre, las guarderías insulares también pueden incorporar el entorno marino en sus programas educativos.
Los niños pueden aprender sobre la vida marina, incluidas las diferentes especies y sus hábitats, y comprender la importancia de la conservación y la sostenibilidad de los océanos y de la preservación de las áreas naturales.
Al participar en iniciativas de limpieza de playas desde pequeños, aprenden sobre el impacto de las actividades humanas en el medio ambiente y cómo pueden tomar medidas para protegerlo, desarrollando un sentido de responsabilidad ambiental y aprecio por la naturaleza.
Esto sumado al tiempo al aire libre, es una de las grandes dolencias actuales ya que casi todo el día se acaba pasando en espacios cerrados. Los expertos hablan de la necesidad de apostar por este tipo de actividades por encima de las que están planificadas sobre dispositivos móviles.
Las ventajas que puede tener una guardería en Santa Cruz de Tenerife, con las playas y entornos con respecto a una en el centro de cualquier capital es absoluta.