La situación en Siria ha vuelto a cobrar protagonismo tras los recientes avances de grupos yihadistas, que han logrado hacerse con el control de varias áreas del país, incluyendo la capital, Damasco. Esta dinámica se produce en un contexto de tensiones regionales, donde la intervención de actores externos, como Israel, añade complejidad a un escenario ya de por sí complicado.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) han confirmado el despliegue de tropas en la zona de amortiguamiento con Siria, con el objetivo declarado de garantizar la seguridad de Israel y de los Altos del Golán. Este movimiento se produce en medio de una ofensiva yihadista que ha permitido a diversos grupos armados consolidar su control sobre zonas estratégicas en Siria. En un comunicado, las IDF indicaron que sus tropas no intervendrán en los “asuntos internos” de Siria, aunque su presencia en la región es evidente y ha suscitado críticas.
Recientemente, se han registrado movimientos de tanques israelíes en la zona de Quneitra, cerca de los Altos del Golán, territorio ocupado por Israel desde la Guerra de los Seis Días en 1967. Según información del Times of Israel, se han llevado a cabo ataques de artillería en la región, aunque los objetivos de estos ataques no han sido claramente definidos. Fuentes locales informan que patrullas israelíes han ingresado en la localidad de Khan Arnabah, resultando en la muerte de un civil, lo que plantea serias interrogantes sobre las acciones de las fuerzas israelíes en el área.
Israel ha mantenido una política activa de ataques aéreos en Siria, justificando estas acciones como parte de sus esfuerzos por interrumpir las actividades militares iraníes en la región. Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Esmail Baghaei, ha afirmado que la reciente ofensiva yihadista en Siria ha sido coordinada por Estados Unidos e Israel, sugiriendo que los ataques de los terroristas en el norte de Siria no son una coincidencia, sino parte de un plan más amplio tras el acuerdo de alto el fuego alcanzado entre Israel y Hezbollah.
En medio de esta turbulenta situación, los grupos yihadistas, como Hayat Tahrir al-Sham, han afirmado su control sobre regiones clave tras su entrada en Damasco. La evolución de los acontecimientos en Siria sigue siendo rápida y preocupante, con implicaciones que trascienden las fronteras nacionales y afectan a la estabilidad de toda la región.