El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha sido objeto de condena en el mundo árabe tras ordenar el despliegue de tropas en una zona desmilitarizada de los Altos del Golán. En una declaración reciente, Netanyahu afirmó que los Altos del Golán son y serán «una parte inseparable» de Israel, reafirmando así la posición israelí sobre esta región, que fue ocupada durante la Guerra de los Seis Días en 1967.
La decisión de Israel de enviar tropas a esta zona de amortiguamiento, que había sido acordada en 1974 entre Israel y Siria, ha generado una fuerte reacción internacional. Hasta el pasado domingo, las fuerzas israelíes no estaban presentes en la frontera, gracias a un acuerdo que permitía únicamente la presencia de fuerzas de paz de la ONU en la zona desmilitarizada.
Contexto de la intervención israelí
La incursión se produce tras la caída del presidente sirio Bashar al-Assad, quien, según informes, se ha refugiado en Rusia. Netanyahu justificó la acción afirmando que el acuerdo de 1974 había «colapsado» debido a la retirada de las tropas sirias. Las fuerzas israelíes han cruzado la zona de amortiguamiento y han avanzado hacia el territorio sirio, con el objetivo declarado de establecer una nueva «zona de seguridad» libre de «armas estratégicas pesadas e infraestructuras terroristas».
Entre los lugares capturados por las fuerzas israelíes se encuentra el lado sirio del Monte Hermón, un área de importancia estratégica que fue escenario de combates durante la Guerra de Yom Kipur en 1973. Esta acción ha sido calificada por varios países vecinos como un intento de Israel de aprovechar el vacío de poder en Damasco para llevar a cabo una ocupación ilegal.
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación ante estos acontecimientos. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Qatar ha calificado la acción israelí como «un desarrollo peligroso y un ataque flagrante a la soberanía y unidad de Siria, así como una violación de la ley internacional». Por su parte, Egipto ha denunciado que Israel está aprovechando la caída de Assad para ocupar más territorio sirio y crear una nueva realidad en contravención de las normas internacionales.
En los Altos del Golán residen aproximadamente 20,000 colonos judíos, así como una población similar de drusos sirios. Las colonias judías en esta región son consideradas ilegales bajo el derecho internacional, lo que añade un nivel adicional de complejidad a la situación.
Netanyahu ha descrito la incursión como «temporal», pero las acusaciones de los países vecinos sugieren que Israel está utilizando la inestabilidad en Siria para consolidar su control sobre esta área estratégica, reflejando una tendencia que ha sido observada en otras partes del mundo donde se han dado situaciones similares.
