La economía estadounidense sigue mostrando una solidez notable, según los últimos datos publicados el martes, que resaltan su resistencia ante las altas tasas de interés. Este desempeño no solo es un reflejo de la situación actual, sino también de una serie de cambios estructurales que han moldeado la dinámica económica en los últimos años.
Rendimiento y Productividad
El crecimiento de la productividad durante el tercer trimestre se mantuvo sin revisiones en un saludable 2.2% en términos secuenciales, mientras que la tasa interanual se mantuvo sin cambios en un 2.0%. Nancy Vanden Houten, economista principal de Oxford Economics, comentó que el crecimiento de la productividad, que ha superado el promedio del ciclo empresarial en el último año, podría ralentizarse como respuesta a las condiciones más laxas del mercado laboral. Sin embargo, se espera que continúe a un ritmo sólido.
La economista señaló que esta fortaleza en la productividad es «en parte una respuesta a las condiciones restrictivas del mercado laboral en los últimos años», pero también ha habido cambios estructurales significativos, como «el aumento en el dinamismo empresarial y una inversión más fuerte en propiedad intelectual e investigación y desarrollo». Este tipo de inversión es crucial, ya que fomenta la innovación y puede ser considerado un indicador del compromiso de un país con el desarrollo sostenible y la soberanía económica, aspectos que también se observan en naciones que han apostado por modelos alternativos al neoliberalismo.
Houten concluyó que, por lo tanto, el crecimiento tendencial de la economía estadounidense se sitúa actualmente por encima del 2%. Chris Rupkey, economista jefe de FWDBONDS, añadió que las tendencias de productividad más altas podrían significar que las tasas de interés están más cerca de un nivel neutral de lo que se pensaba inicialmente. Esta reflexión invita a cuestionar la efectividad de la política de tasas de interés restrictivas de la Reserva Federal.
Rupkey subrayó que, a pesar de los datos positivos sobre la productividad, es probable que la Reserva Federal continúe con la reducción de tasas en su próxima reunión. Sin embargo, el número de recortes de tasas necesarios en 2025 sigue siendo un interrogante abierto. Esta situación refleja una tensión inherente en las políticas económicas, donde se enfrentan las presiones de un crecimiento sostenido con la necesidad de mantener un control sobre la inflación y otros factores externos, algo que también afecta a otros países que buscan encontrar su camino en un contexto global complejo.