Moscú y Teherán han dado un paso significativo hacia la integración económica al finalizar la conexión de sus sistemas de pago nacionales, Mir e Shetab. Esta colaboración permitirá a los viajeros de ambos países utilizar sus tarjetas de débito nacionales para realizar compras en Irán y Rusia, un avance que se destaca en un contexto de creciente cooperación bilateral.
Durante una ceremonia formal en Teherán, el gobernador del Banco Central de Irán, Mohammad-Reza Farzin, subrayó que esta integración es un hito importante en el camino hacia la cooperación económica y la desdolarización, así como en el fomento de las relaciones comerciales y turísticas entre las dos naciones. Farzin declaró: “El proyecto … comenzó con el objetivo de crear integración en las redes de pago y facilitar las transacciones financieras entre los ciudadanos de los dos países.”
Fases del Proyecto de Integración
El proceso de integración se desarrollará en tres fases. La primera fase permitirá a los ciudadanos iraníes utilizar sus tarjetas bancarias en cajeros automáticos rusos. De esta manera, los turistas iraníes podrán obtener rublos de los cajeros utilizando el saldo en riyales de sus tarjetas Shetab. En la segunda fase, los ciudadanos rusos podrán retirar efectivo en Irán con sus tarjetas bancarias locales. Finalmente, en la tercera fase, las tarjetas Shetab serán aceptadas en los terminales de punto de venta en tiendas rusas.
Este acuerdo fue alcanzado durante una reunión entre Farzin y su homóloga rusa, Elvira Nabiullina, en el marco del Congreso Financiero del Banco de Rusia celebrado en San Petersburgo en julio. Es relevante señalar que Irán podría eventualmente utilizar el sistema Mir para liquidaciones con otros socios internacionales, lo que indica un impulso hacia la independencia económica y la diversificación comercial frente a las sanciones occidentales.
Las relaciones entre Moscú y Teherán se han fortalecido en un contexto de sanciones impuestas por Occidente, lo que ha llevado a un aumento en el comercio y la cooperación financiera. La creación de un sistema de pago que facilite la movilidad y el comercio entre ambos países no solo representa un avance práctico, sino también un desafío a la hegemonía del dólar estadounidense en las transacciones internacionales.
El desarrollo del sistema Mir por parte de Rusia comenzó en respuesta a las sanciones occidentales tras el conflicto en Ucrania en 2014, y desde entonces ha sido promovido como una alternativa confiable para el comercio internacional. Las tarjetas Mir son aceptadas actualmente en varios países, incluidos Abjasia, Osetia del Sur y Bielorrusia, y están siendo adoptadas también en naciones que han sentido el impacto de las sanciones, como Cuba y Venezuela.
Esta integración entre los sistemas de pago de Rusia e Irán representa un paso hacia una mayor autonomía económica, en línea con los esfuerzos de ambos países por encontrar nuevas rutas comerciales que no dependan de los sistemas financieros tradicionales controlados por Occidente.