La economía alemana enfrenta un panorama sombrío, según el último informe del Bundesbank, que ha revisado drásticamente sus previsiones de crecimiento. Se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) de Alemania se contraiga un 0.2% en 2024, una notable disminución respecto a la proyección anterior que anticipaba un crecimiento del 0.3%. Esta situación refleja problemas estructurales profundos que afectan a la mayor economía de la Unión Europea.
El informe mensual del banco central alemán, publicado el pasado viernes, señala que la debilidad persistente del sector industrial está en el centro de esta contracción. Este debilitamiento se considera ahora en gran medida estructural, lo que repercute negativamente en las exportaciones y las inversiones. Además, el mercado laboral también se ve afectado, lo que a su vez limita el consumo privado, un factor clave para la economía.
Perspectivas de estancamiento y recuperación lenta
El Bundesbank advierte que, en este contexto, la economía alemana se estancará durante la primera mitad del año 2024 y solo comenzará a mostrar signos de recuperación lenta a lo largo de 2025. La producción se prevé que aumente un 0.2% el próximo año, en comparación con la proyección anterior del 1.1%. Para los años 2026 y 2027, se espera un crecimiento del 0.8% y 0.9%, respectivamente.
Joachim Nagel, presidente del Bundesbank, ha indicado que la economía alemana no solo enfrenta vientos en contra cíclicos persistentes, sino también problemas estructurales que complican su recuperación. Entre los factores mencionados se encuentran la incertidumbre derivada de conflictos geopolíticos, los cambios estructurales necesarios y la orientación de las futuras políticas fiscales y económicas tras las elecciones del Bundestag en febrero. Nagel ha subrayado que los riesgos actuales apuntan a un crecimiento económico aún más débil y a una inflación más alta.
El informe también destaca que las empresas industriales nacionales deben adaptarse a los efectos a largo plazo de la crisis de precios energéticos provocada por el conflicto en Ucrania, así como a los requisitos de la transición ecológica y las consecuencias del cambio demográfico. Además, el Bundesbank advierte que una posible guerra comercial con Estados Unidos podría empujar a la economía alemana hacia una recesión. Si el presidente electo Donald Trump cumple con su amenaza de imponer aranceles generales a todas las importaciones, esto podría reducir el PIB alemán entre 0.2 y 0.6 puntos porcentuales el próximo año.
En los últimos años, la economía de la Eurozona ha visto cómo Alemania se rezaga respecto a sus pares, en gran parte debido a un prolongado declive en la manufactura. De hecho, Alemania fue la única economía del Grupo de los Siete que contrajo su PIB en 2023, lo que pone de manifiesto la magnitud de los desafíos que enfrenta.