La presidenta del Govern balear, Marga Prohens, ha anunciado la retirada del proyecto de presupuestos de la tramitación parlamentaria al no contar con los apoyos suficientes para su aprobación. Esta decisión pone de manifiesto la aceptación del Ejecutivo autonómico de prorrogar los presupuestos actuales tras la ruptura total con Vox, que exigía la eliminación del catalán como lengua vehicular en la educación para prestar su apoyo a las cuentas autonómicas. Dado que esta propuesta es inaceptable para el Partido Popular, el Govern ha decidido dar por perdidos los presupuestos y continuará gobernando con las mismas cifras en 2024.
Después de que el partido de ultraderecha rechazara los presupuestos en la primera votación la semana pasada, Vox estableció como línea roja en la negociación cambios radicales en las leyes educativas, incluyendo la supresión del catalán como lengua vehicular en los colegios y que el 50% de las clases se impartan en castellano. Estas condiciones son innegociables para el Partido Popular.
Acuerdo entre PP y la izquierda
El anuncio de Prohens se produce justo después de que el PP confirmara que no derogará la Ley de Memoria Democrática de Baleares, tras alcanzar un acuerdo de última hora con la izquierda. Los populares se han comprometido a no tumbar esta normativa, cuya votación se ha aplazado para la próxima semana, a cambio de que la oposición no imponga obstáculos para eliminar las 34 enmiendas de Vox aprobadas por error en el decreto de simplificación administrativa. Este hecho resalta la ruptura total de las relaciones entre el Govern de Marga Prohens y el partido de Santiago Abascal.
Antes de realizar este anuncio, Marga Prohens cargó contra Vox, acusándoles de querer «cargarse» el catalán como lengua vehicular en la educación de Baleares. La presidenta apuntó directamente a la dirección nacional del partido, responsabilizando a Santiago Abascal de la ruptura de las negociaciones, afirmando que «el problema aquí se llama Bambú», en referencia a la sede de Vox en Madrid.
Prohens también defendió que «no me encontrarán en la confrontación lingüística», subrayando que este no es un problema real para las familias en Baleares. Afirmó que en la comunidad existe un modelo donde conviven dos lenguas y criticó a Vox por proponer eliminar la lengua propia, asegurando que esta cuestión nunca ha estado sobre la mesa en ninguna negociación.
Finalmente, la presidenta del Govern criticó que Vox «mezcla todo para intentar confundir» a los ciudadanos y reiteró que no llegará a ningún pacto ni establecerá negociaciones basadas en «chantajes» tras un error humano.