La superstición en torno al viernes 13, conocido como «Friggatriskaidekaphobia», es una de las más arraigadas en la cultura occidental. Este fenómeno, que provoca ansiedad y temor en millones de personas, tiene raíces en la mitología nórdica y una larga historia de creencias culturales y religiosas. En Estados Unidos, se estima que entre 17 y 21 millones de personas sienten algún tipo de aversión hacia esta fecha, evitando actividades cotidianas como volar o cerrar tratos comerciales. Algunos edificios omiten el 13º piso, y las aerolíneas a menudo evitan tener fila 13 en sus aviones.
El origen de la superstición se puede rastrear hasta la mitología nórdica, donde un banquete de doce dioses en Valhalla fue interrumpido por Loki, un dios no invitado, quien causó la muerte de Balder, el dios de la alegría. Esta narrativa se entrelaza con la historia cristiana, ya que la Última Cena, donde Judas Iscariote, el traidor, fue el 13º comensal, refuerza la asociación negativa con el número. Además, en la tradición bíblica, el viernes es mencionado como el día en que Adán y Eva comieron del árbol prohibido, así como el día del asesinato de Abel por su hermano Caín.
El número 13 también es considerado desafortunado simplemente porque sigue al 12, un número que se considera «completo» en muchas culturas: hay 12 meses en el año, 12 horas en un reloj y 12 signos del zodiaco. Por el contrario, el 13 se percibe como irregular y fuera de lugar. A esto se suma la literatura, como «Los cuentos de Canterbury» de Chaucer, donde se menciona que los infortunios ocurren un viernes, consolidando así su reputación negativa.
Sin embargo, no todos los países comparten esta visión del viernes 13. En la cultura hispana y griega, por ejemplo, el martes 13 es el día considerado como portador de mala suerte. En Grecia, el martes está asociado con Ares, el dios de la guerra, y el hecho de que la caída de Constantinopla ocurrió en un martes refuerza esta creencia. Por otro lado, en Italia, el número 13 es visto como un símbolo de buena fortuna, mientras que es el viernes 17 el que se asocia con la mala suerte. Esto se debe a que, al escribir 17 en números romanos (XVII), se puede reordenar para formar la palabra «VIXI», que significa «he vivido», sugiriendo así un presagio de muerte.
A lo largo de la historia, la percepción del viernes 13 ha sido influenciada por la cultura popular. Novelas como «Friday, the Thirteenth» de Thomas William Lawson y películas de terror han contribuido a reforzar su mala reputación. No obstante, es interesante notar que en tiempos paganos, tanto el viernes como el número 13 eran considerados auspiciosos. El viernes estaba asociado con lo femenino, y el número 13 con los ciclos menstruales y lunares, lo que lo hacía un símbolo de fertilidad.
La famosa cantante estadounidense Taylor Swift ha desafiado esta superstición al declarar públicamente que el 13 es su número de la suerte. Nacida un 13, ha tenido una serie de éxitos que han coincidido con esta cifra, rompiendo con el estigma asociado a ella. Su historia invita a reconsiderar la narrativa negativa que rodea al viernes 13, sugiriendo que, a pesar de las creencias populares, puede ser un día de buena fortuna.