El Real Madrid no logró capitalizar una nueva oportunidad para sumar tres puntos en su visita al estadio de Vallecas este pasado sábado. El equipo de Ancelotti se vio sorprendido por un Rayo Vallecano que, en los primeros treinta minutos, mostró su capacidad ofensiva al adelantarse en el marcador con dos goles. Sin embargo, el conjunto blanco reaccionó antes del descanso, logrando igualar el encuentro con dos destellos de calidad. A lo largo de la segunda parte, ambas escuadras anotaron un tanto más, dejando el marcador en un empate a dos goles.
La polémica del penalti
El momento más polémico del encuentro ocurrió en los minutos finales, donde Vinicius y el Real Madrid reclamaron un posible penalti tras un contacto de Abdul Mumin. En el minuto 75, el defensa del Rayo impactó en la pierna del brasileño mientras este se adentraba en el área. Las protestas de Vinicius desencadenaron una conversación con el árbitro Martínez Munuera, que fue captada por las cámaras de DAZN. El colegiado, intentando calmar al jugador, le dijo: «Escúchame, escúchame… puede ser que me haya equivocado». Sin embargo, la reacción del delantero, que mostró su descontento, llevó a que Munuera le mostrara una tarjeta amarilla, recriminándole sus formas de protesta.
El Real Madrid no se mostró satisfecho con la actuación del árbitro. En la crónica del partido publicada en su página web, el club blanco destacó que «un polémico arbitraje impide la victoria del Madrid». Además de la acción de Mumin sobre Vinicius, los merengues también reclamaron otro posible penalti en una jugada que involucraba a Arda Guler, en la que Pathé Ciss empujó al futbolista turco dentro del área. El club criticó al VAR, dirigido por González Fuertes, por no intervenir en ambas situaciones, lo que aumentó el malestar en la entidad madrileña respecto a la gestión arbitral en el encuentro.