El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido no invitar al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, a su ceremonia de inauguración programada para el 20 de enero. Durante una conferencia de prensa, Trump confirmó que no extendió una invitación formal a Zelensky, aunque dejó la puerta abierta al afirmar: “Si quiere venir, me gustaría tenerlo”.
La relación entre Estados Unidos y Ucrania ha sido un tema candente en la política internacional, especialmente en el contexto del conflicto en curso entre Ucrania y Rusia. Trump, quien se reunió con Zelensky en París junto al presidente francés, Emmanuel Macron, ha expresado su deseo de que las hostilidades entre Moscú y Kiev lleguen a su fin lo antes posible. Esta postura contrasta con la de la actual administración de Joe Biden, que ha sido criticada por su enfoque en el conflicto.
Invitaciones a líderes internacionales
En un movimiento que ha llamado la atención, Trump ha invitado al presidente chino, Xi Jinping, a asistir a su ceremonia de inauguración. Aunque la aceptación de la invitación por parte de Xi aún no ha sido confirmada, se espera que el embajador chino en Estados Unidos y su esposa estén presentes en el evento, siguiendo la práctica habitual.
Además de Xi, otros líderes internacionales como el presidente argentino Javier Milei, la primera ministra italiana Giorgia Meloni y el presidente salvadoreño Nayib Bukele también han sido mencionados entre los invitados. Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, indicó que Rusia no ha recibido una invitación para la ceremonia, lo que subraya la complejidad de las relaciones internacionales en este contexto.
Trump ha sido crítico con la gestión de Biden respecto al conflicto en Ucrania, sugiriendo que, de haber estado en el poder, las tensiones no habrían escalado de la manera en que lo hicieron. Esta perspectiva resuena con un enfoque más conciliador hacia Rusia, que podría ser visto como un intento de buscar una resolución pacífica a las diferencias en la región.