La tablet más antigua conocida con los Diez Mandamientos fue vendida el pasado 18 de diciembre en una subasta de Sotheby’s por 5 millones de dólares (4,8 millones de euros), una cifra que supera con creces las expectativas iniciales, que situaban su valor entre 1 y 2 millones de dólares (962.000 a 1.924.000 euros). Este artefacto, una losa de mármol que se utilizó originalmente como piedra de pavimentación, será donado a una institución israelí para su exposición pública.
Este raro objeto de la historia bíblica ha captado la atención mundial debido a su importancia histórica. La losa de mármol, que pesa 52 kilos, es el único ejemplo completo conocido de su tipo, inscrito con los Diez Mandamientos en escritura paleo-hebraica. Se estima que data de entre los años 300 y 800 d.C. y fue descubierta en 1913 durante excavaciones para la construcción de ferrocarriles en la costa sur de Israel.
En sus primeros años, su significado pasó desapercibido, ya que fue utilizada como piedra de pavimentación con la inscripción orientada hacia abajo. La subasta, que se desarrolló en un ambiente de intensa competencia, duró más de diez minutos y culminó con la compra del tablet por un comprador anónimo. Sotheby’s ha indicado que el comprador tiene la intención de donar la losa a una institución en Israel para que sea exhibida al público.
La inscripción de la losa sigue los mandamientos bíblicos reconocidos tanto en la tradición judía como en la cristiana, aunque presenta algunas diferencias notables. Por ejemplo, omite el tercer mandamiento, que prohíbe el uso del nombre de Dios en vano, e introduce una directriz única de la tradición samaritana, que llama a la adoración en el Monte Gerizim, un sitio sagrado para el pueblo samaritano ubicado cerca de la actual Nablus, en Cisjordania.
Este extraordinario artefacto tiene una historia compleja. Fue descubierto en 1943 por Jacob Kaplan, quien publicó sus hallazgos en el Bulletin of the Jewish Palestine Exploration Society en 1947. A lo largo de los años, la tablet cambió de manos varias veces, pasando por comerciantes de antigüedades israelíes y, eventualmente, por el Living Torah Museum en Brooklyn. En 2016, el coleccionista Mitchell S. Cappell la adquirió por 850.000 dólares, y recientemente decidió llevarla a subasta.
A pesar de su importancia histórica, la autenticidad de la tablet ha sido objeto de debate entre expertos, un fenómeno común con relicarios de tal antigüedad. Sotheby’s ha descrito la losa como “un vínculo tangible con creencias antiguas que han moldeado profundamente las tradiciones religiosas y culturales globales”, resaltando su valor como testimonio único de la historia.