Lizzo ha roto su silencio sobre las demandas interpuestas en su contra. La cantante se enfrenta a acusaciones de acoso sexual y un ambiente laboral hostil presentadas por tres ex bailarinas: Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodriguez, en 2023. A estas acusaciones se sumaron alegaciones similares en una demanda separada presentada por la diseñadora de moda Asha Daniels.
La intérprete de “About Damn Time” (nombre real: Melissa Viviane Jefferson) abordó el tema por primera vez en el podcast Baby, This Is Keke Palmer el 19 de diciembre. Lizzo, quien ha negado las acusaciones, afirmó que se sintió “sorprendida” por las afirmaciones de las bailarinas, reiterando que “ninguna de estas cosas era verdad” y que “no hice nada malo”.
Este mes, Lizzo fue retirada como demandada del caso de Daniels. Sin embargo, su empresa de giras sigue siendo demandada. El abogado Ron Zambrano, que representa a las bailarinas, declaró a Yahoo Entertainment que su demanda sigue adelante: “Queremos aclarar que Lizzo sigue siendo demandada en la demanda de acoso presentada por las bailarinas Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodriguez, que actualmente está siendo revisada por la corte de apelaciones”.
La demanda presentada por las bailarinas en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles el 1 de agosto de 2023 alega acoso sexual, religioso y racial, discriminación por discapacidad, asalto y encarcelamiento falso, entre otras acusaciones. Entre las alegaciones se señala que Lizzo humilló a una de las mujeres por su peso. Dos de ellas afirman haber sido presionadas a participar en sesiones fotográficas desnudas. Otra afirmó haber sido presionada para tocar el pecho de un artista desnudo en un club de Ámsterdam y que casi fue asaltada por Lizzo. También se alega que la cantante sometió a las bailarinas a una audición “excruciante” tras culparlas falsamente de beber durante horas de trabajo.
Además, las bailarinas acusaron a la capitana del equipo de danza de Lizzo, Shirlene Quigley, de predicar el cristianismo y compartir fantasías sexuales, así como de discutir públicamente la virginidad de una de las mujeres.
Lizzo y su empresa de producción y giras, Big Grrrl Big Touring, junto con Quigley, fueron nombradas como demandadas en la demanda, que actualmente está siendo revisada por la Corte de Apelaciones, con la próxima audiencia programada para el 14 de enero de 2025.
En septiembre de 2023, Daniels, la diseñadora de moda que acompañó a Lizzo en la gira, presentó una demanda contra la cantante, su empresa de producción y otros miembros del equipo, alegando acoso racial y sexual. Según su relato, mientras la estrella promovía la positividad corporal y la inclusión, las personas que trabajaban para ella se veían obligadas a hacerlo en un entorno “racista y sexualizado”. Daniels afirmó que, aunque estaba emocionada por ser contratada para diseñar vestuarios, nunca trabajó ni habló directamente con la cantante y que tuvo que lidiar con jornadas laborales de 20 horas. También denunció que se hicieron comentarios racistas y fatofóbicos en su presencia.
Recientemente, un juez de un tribunal federal de California desestimó a Lizzo de la demanda, argumentando que Daniels no tenía fundamento legal para demandarla. La empresa de giras de Lizzo sigue siendo demandada y el caso está en curso.
Lizzo calificó su despido de la demanda de Daniels como “una gran victoria” y se comprometió a “seguir luchando contra las otras acusaciones hasta que sean todas desestimadas”. Al abordar las acusaciones de las bailarinas, Lizzo expresó: “La parte más difícil de todo esto es que ninguna de estas cosas eran verdad”. Aseguró sentirse “muy profundamente herida porque estas eran tres bailarinas a las que les di oportunidades”.
En relación con la salida al club de burlesque en Ámsterdam, Lizzo describió la experiencia como “consensuada” y precisó que ella ya había estado allí antes y que nadie estaba obligado a asistir. “Fui al club por mi cuenta. Ellas decidieron ir y se encontraron con los bailarines después de la actuación”, aclaró. Lizzo también mencionó haber aprendido sobre la importancia de establecer límites saludables en su vida profesional.
Zambrano, el abogado de las bailarinas, criticó la falta de conciencia de Lizzo, afirmando que no comprende cómo estas jóvenes, que están comenzando sus carreras, podrían sentirse presionadas a aceptar una invitación de su jefa, una celebrity global. “Hay una dinámica de poder en el contexto de jefatura-empleado que Lizzo no logra apreciar”, sostuvo.
Lizzo, por su parte, ha manifestado que ha aprendido mucho de las demandas y que esto forma parte de la fama que no se espera. “Las personas ahora creerán cualquier cosa mala sobre ti”, reflexionó. A pesar de las controversias, Lizzo ha aclarado que no está en una pausa profesional y que está trabajando en un nuevo álbum, que refleja su experiencia actual. “Mucha de la música es yo hablando sobre lo que estoy viviendo”, concluyó.