La ola de calor marina amenaza a la población de murres comunes en Alaska
La reciente investigación ha revelado que una ola de calor marina ha causado la muerte de aproximadamente la mitad de la población de murres comunes en Alaska, lo que representa la mayor disminución registrada de una sola especie en la historia moderna. Este devastador evento subraya cambios más amplios en los ecosistemas marinos, impulsados por el calentamiento de las temperaturas oceánicas, que están reestructurando rápidamente los hábitats y dificultando la supervivencia de estas aves marinas. La ola de calor, conocida como «la Blob», afectó al ecosistema del noreste del Pacífico desde California hasta el golfo de Alaska entre finales de 2014 y 2016, elevando las temperaturas entre 2.5 y 3 grados Celsius por encima de los niveles normales.
Los murres comunes, que se caracterizan por su plumaje negro y blanco similar al de un pingüino, desempeñan un papel crucial en la regulación del flujo de energía dentro de la red alimentaria marina en el hemisferio norte. Aunque esta especie había enfrentado disminuciones de población en el pasado debido a factores ambientales y humanos, normalmente se recuperaba rápidamente cuando las condiciones mejoraban. Sin embargo, la magnitud y la rapidez de la disminución durante esta ola de calor han generado gran preocupación entre los investigadores, quienes han documentado pérdidas masivas en 13 colonias a lo largo del golfo de Alaska y el mar de Bering.
La investigación indica que la disminución de la población de murres se ha visto agravada por el colapso de sus principales fuentes de alimento, como el bacalao del Pacífico, cuya población se redujo en un 80% entre 2013 y 2017. Se estima que cerca de 4 millones de murres comunes murieron en Alaska entre 2014 y 2016. A pesar de los esfuerzos continuos de monitoreo desde 2016, los investigadores no han observado signos de recuperación en las colonias. Además de los cambios en el suministro de alimentos, los desafíos reproductivos y las dificultades de reubicación también pueden estar contribuyendo a la falta de rehabilitación de esta especie, que tiene un ciclo reproductivo más prolongado en comparación con otros animales. La situación de los murres comunes es un reflejo de las complejas dinámicas que enfrentan muchas especies marinas en un entorno en transformación.
