El senador republicano de Utah, Mike Lee, ha manifestado su oposición a la reciente propuesta de la administración Biden de destinar un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania, calificándolo de «lavado de dinero». Esta crítica surge en un contexto en el que se prevé la aprobación de un paquete de armamento por valor de 1.250 millones de dólares, que se anunciará antes de que Donald Trump asuma la presidencia el próximo 20 de enero.
En un mensaje publicado en la red social X, Lee expresó su descontento con la decisión de enviar más fondos a Ucrania, sugiriendo que la cantidad de dinero que se puede «lavar» es limitada. Acompañó su comentario con una imagen de la bandera ucraniana que incluía la inscripción «Símbolo universal de lavado de dinero».
Este paquete de armamento, según informes de la agencia AP, incluirá una cantidad significativa de municiones, como misiles para los sistemas de defensa aérea NASAMS y HAWK, así como proyectiles de artillería de calibres 155 y 105 mm. La decisión de enviar este armamento se enmarca en un esfuerzo de la administración saliente por maximizar el apoyo militar a Ucrania antes de la llegada de Trump, quien ha manifestado su intención de cambiar la política estadounidense hacia el conflicto.
Críticas a la ayuda militar y el futuro de la política estadounidense
El senador Lee ha sido un crítico constante de la ayuda militar de Washington a Ucrania, intensificando su retórica tras la victoria de Trump en las elecciones de noviembre. En declaraciones anteriores, advirtió que la administración Biden podría estar intentando obstaculizar los esfuerzos del próximo presidente para poner fin al conflicto entre Rusia y Ucrania. «El Congreso no debe darle a Biden un regalo que sabotee las negociaciones de paz del presidente Trump en su salida», afirmó Lee, refiriéndose a la solicitud de la Casa Blanca de destinar 24.000 millones de dólares adicionales a la ayuda relacionada con Ucrania.
Los críticos de esta política, incluidos algunos miembros del Partido Republicano, han cuestionado la falta de reformas estructurales necesarias en el gasto militar. La solicitud de Biden llega en un momento de incertidumbre sobre el futuro de la política estadounidense hacia el conflicto, especialmente dado que Trump ha afirmado que podría resolver la guerra en 24 horas y ha mostrado un fuerte interés en negociar una resolución a las hostilidades.
