Las estructuras interiores de las edificaciones antiguas esconden un peligro oculto: las tuberías que contienen amianto y que están en mal estado de conservación, algo que supone un auténtico riesgo para la salud pública.
Y es que según los expertos en este tema, sí que existe una significativa concienciación pública acerca de la necesidad de la retirada de uralita con amianto en tejados y cubiertas, pero no está ocurriendo lo mismo con las conducciones de fluidos que contienen amianto.
Los riesgos del amianto
Hasta bien avanzado el siglo XX, el amianto fue uno de los materiales más empleados en construcción, por su extraordinaria resistencia al calor, al fuego y a la degradación material.
Pero los años nunca pasan en balde: las décadas de utilización continuada provocan que se vayan degradando lentamente y que aumente el riesgo de que presenten fisuras y roturas.
En cualquiera de esos casos, la consecuencia directa es, en mayor o menor cantidad, la liberación de partículas de amianto, susceptibles de contaminar las aguas y todo lo que estas tocan. A este respecto, la OMS tiene debidamente comprobado y documentado que la inhalación o ingestión de amianto puede provocar:
- Placas pleurales: se forman en la membrana que rodea los pulmones (la pleura) y causan dificultades respiratorias severas y crónicas.
- Asbestosis: trastorno pulmonar crónico caracterizado por la formación de tejido cicatricial en los pulmones. Como en el caso anterior, de carácter crónico.
- Cáncer de pulmón: la exposición prolongada al amianto aumenta muy significativamente el riesgo de enfermar de cáncer de pulmón.
- Mesotelioma: es un cáncer que afecta a la pleura y/o al peritoneo. Se caracteriza porque es un tumor maligno especialmente agresivo.
Finalmente y en menor medida, la OMS también confirma que el amianto aumenta la probabilidad de padecer otros tipos de cáncer.
¿Cómo mitigar o eliminar totalmente los peligros que suponen las tuberías con amianto?
Conozcamos las dos alternativas posibles:
- Programas de inspección y mantenimiento preventivo: esto incluye la identificación de señales de posible desgaste o degradación, así como la sustitución de los tramos de riesgo por otros fabricados con materiales seguros.
- Retirada y sustitución general: la anterior actuación puede reducir los riesgos, pero, rotundamente, dista mucho de ser la mejor opción. La única alternativa segura al 100 % es la sustitución total de las tuberías con amianto por otras fabricadas con materiales inocuos para la salud.
Desatascos Henares: especialistas en la retirada y reemplazo de conducciones de uralita con amianto
En este sentido, en la Comunidad de Madrid disponemos de los servicios profesionales de una empresa que está dotada con los todos medios materiales y humanos para:
- Efectuar con seguridad las tareas de retirada de amianto.
- Proceder a su traslado.
- Garantizar que los restos contaminados con amianto reciben el tratamiento especificado por la legislación vigente.
Nos referimos a Desatascos Henares, una firma de Madrid que, además de retirar las conducciones de uralita con amianto, está capacitada para sustituirlas por nuevas tuberías seguras, con todas las garantías de calidad y precio.
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