El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha compartido las proyecciones de crecimiento económico para España, anticipando un aumento del PIB de entre un 3,1% y un 3,2% para el año 2024. Esta cifra podría verse afectada por el impacto de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), que podría influir en el crecimiento inicial del próximo año. Además, Cuerpo estima que este crecimiento proporcionará un arrastre positivo de 1,2 puntos para 2025, lo que sugiere que el crecimiento continuará siendo fuerte en los años venideros. En el marco de las proyecciones del Gobierno, el crecimiento del PIB para 2025 se sitúa en un 2,4%, aunque el ministro considera que estas cifras podrían ser conservadoras y que se revisarán a finales de enero, una vez que se disponga de datos más completos sobre el crecimiento económico de 2024.
La percepción ciudadana y la necesidad de buenos Presupuestos
A pesar de las estimaciones optimistas, Cuerpo ha reconocido que la percepción de la población sobre la recuperación económica aún no se ha alineado con los datos positivos. El ministro ha expresado su deseo de que estas buenas noticias lleguen a los ciudadanos y que puedan sentirse orgullosos del desempeño de la economía española, que actualmente representa el 40% del crecimiento en la zona euro y genera empleo comparable al de Francia y Alemania. En este contexto, el Gobierno está trabajando para aprobar unos nuevos Presupuestos que respalden esta senda de crecimiento, a pesar de los desafíos que enfrenta en el Congreso, como la falta de apoyo para el impuesto sobre los beneficios de las empresas energéticas.
En cuanto al sector inmobiliario, Cuerpo ha descartado cualquier similitud con el boom de 2007, a pesar de que los niveles de compraventa de viviendas y la firma de hipotecas están alcanzando cifras récord. El ministro ha destacado que la construcción representa actualmente alrededor del 6% del PIB, muy por debajo del 12-13% que alcanzó en el pasado, lo que indica que aún hay espacio para crecer. Además, ha advertido sobre la posibilidad de una nueva escalada arancelaria si Donald Trump regresara al poder en Estados Unidos, sugiriendo que Europa debe proteger sus industrias estratégicas para garantizar una competencia justa.