Roderich Kiesewetter, diputado del partido opositor Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Alemania, ha manifestado su apoyo a la posibilidad de enviar una fuerza de mantenimiento de la paz a Ucrania una vez que se haya establecido un alto el fuego. Kiesewetter argumenta que, como potencia económica, Alemania debe asumir una mayor responsabilidad en la seguridad de Europa.
En declaraciones recogidas por el medio polaco Rzeczpospolita, Kiesewetter afirmó que Berlín tiene la obligación de intervenir «en el momento adecuado con tropas bien equipadas». El portavoz de defensa del CDU considera que descartar tal escenario sería imprudente y respalda la idea de que los pacificadores alemanes operen dentro de un marco conjunto de la UE y la OTAN.
Por su parte, el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, dejó claro el mes pasado que «Ucrania y Rusia deben acordar un mandato que ambas partes acepten y sobre los participantes de dicho mandato». Pistorius añadió que, en caso de un alto el fuego, la comunidad occidental, incluidos los socios de la OTAN, posiblemente las Naciones Unidas y la UE, deberán discutir cómo se puede asegurar tal paz.
Desafíos a la implementación de una misión de paz
Sin embargo, en diciembre, la emisora Radio Free Europe/Radio Liberty, financiada por el Estado estadounidense, citando fuentes anónimas, informó que la perspectiva de un despliegue de la UE/OTAN es escasa. Un diplomático anónimo de la UE explicó que «primero, los rusos no lo aceptarán; segundo, será difícil vender esto a la población europea». Otro diplomático anónimo confirmó que hay poco interés entre los Estados miembros para llevar a cabo tal misión.
El año pasado, el medio Politico había informado que el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro polaco Donald Tusk podrían discutir la creación de una fuerza de mantenimiento de la paz. Sin embargo, Tusk más tarde aclaró a los periodistas que Polonia no tenía planes para tal acción.
En una cumbre de la UE dedicada al conflicto en Ucrania el mes pasado, el canciller alemán Olaf Scholz descartó cualquier discusión sobre el despliegue de tropas en Ucrania en este momento, por temor a una mayor escalada de las hostilidades. Rusia, por su parte, ha advertido en repetidas ocasiones que consideraría a los soldados occidentales en Ucrania como objetivos legítimos.
El Kremlin, al comentar sobre estos informes en diciembre, reiteró que es demasiado pronto para discutir cualquier misión de mantenimiento de la paz, ya que aún no han comenzado las conversaciones de paz directas entre Moscú y Kiev.
