La importancia geopolítica y climática de Groenlandia
Groenlandia, la isla más grande del mundo, se encuentra en un punto crítico donde convergen el cambio climático, los recursos escasos y la geopolítica tensa. Este territorio semiautónomo de Dinamarca juega un papel destacado en las condiciones climáticas que afectan a miles de millones de personas a diario. Según Geoff Dabelko, profesor de seguridad y medio ambiente en la Universidad de Ohio, Groenlandia se ha convertido en un eje central de la competencia geopolítica y geoeconómica, en gran parte debido a los efectos del cambio climático que la región experimenta.
La isla es vista como un «termómetro» para un mundo en calentamiento, con un aumento de temperaturas que se produce a un ritmo cuatro veces más rápido que el del resto del planeta, según el climatólogo David Holland de la Universidad de Nueva York. En su interior se encuentran minerales raros, uranio y grandes reservas de petróleo y gas natural que, aunque antes eran inaccesibles, ahora se están volviendo más accesibles debido al deshielo. La creciente demanda de estos recursos, en gran parte controlados por China, ha despertado el interés de otras naciones, como Estados Unidos, que busca diversificar sus fuentes de suministro.
Además de sus recursos naturales, Groenlandia es crucial por el inmenso hielo que alberga. Si este hielo se derrite, provocaría un aumento del nivel del mar de hasta 7,4 metros, alterando las costas del mundo y sus patrones climáticos de manera drástica. Desde 1992, la isla ha perdido aproximadamente 182 mil millones de toneladas de hielo cada año, cifra que alcanzó los 489 mil millones de toneladas en 2019. A medida que esta pérdida de hielo avanza, también se ve afectuada la circulación del océano Atlántico, un sistema que regula el clima global y que, al ralentizarse, podría desencadenar escenarios extremos de frío en Europa y partes de América del Norte, un fenómeno que ya ha sido objeto de atención en la cultura popular. La situación de Groenlandia representa, por tanto, un desafío tanto ambiental como político, con implicaciones que se extienden mucho más allá de sus fronteras.
