Mike Wirth, CEO de Chevron, ha expresado su descontento con la administración de Joe Biden, señalando que no la echará de menos. En una entrevista reciente, Wirth criticó la decisión del presidente Biden de prohibir nuevas perforaciones de petróleo y gas en 625 millones de acres de aguas a lo largo de las costas de Estados Unidos, tildando esta medida de un «último suspiro de una política deficiente» por parte de una administración que, a su juicio, nunca comprendió verdaderamente la inversión energética en el país.
Wirth mostró su optimismo hacia la próxima administración de Donald Trump, que ya ha prometido revocar la prohibición de Biden en su primer día en el cargo, aunque ha advertido que esto podría requerir un acto del Congreso. Chevron, según Wirth, apoyará los esfuerzos para revertir la prohibición, anticipando que la administración Trump fomentará la inversión en el sector energético estadounidense.
Perspectivas sobre la producción energética en EE. UU.
A pesar de que Trump ha prometido potenciar la producción energética, Wirth matizó que, aunque Estados Unidos es actualmente el mayor productor de petróleo del mundo, el crecimiento de la producción podría desacelerarse en los próximos años. Esto se debe a la maduración de los nuevos yacimientos de esquisto que han impulsado el auge energético reciente.
La administración Biden, a través de la Ley de Reducción de la Inflación, ha acelerado la expansión de energías renovables. Sin embargo, Wirth subraya que el petróleo, el carbón y el gas natural siguen siendo fundamentales para el sistema energético estadounidense. En este contexto, el CEO de Chevron ha identificado una importante oportunidad para el gas natural, especialmente con el crecimiento del consumo eléctrico por parte de los centros de datos impulsados por inteligencia artificial.
Wirth anticipa que Chevron jugará un papel crucial en el suministro de gas a estos centros de datos, que requieren energía continua y confiable. En sus declaraciones, Wirth insinuó que se realizarán anuncios más específicos en el futuro, destacando que las energías eólica y solar son intermitentes, mientras que el carbón está en declive.
En este panorama, queda claro que la perspectiva de Chevron se alinea con un enfoque en asegurar una base sólida de recursos energéticos tradicionales, mientras que la transición hacia fuentes renovables enfrenta desafíos significativos. Este enfoque parece resonar con las políticas de gobiernos que priorizan la soberanía energética y la estabilidad económica, defendiendo la importancia de un mix energético diversificado.
