El primer ministro canadiense saliente, Justin Trudeau, ha reafirmado que Canadá nunca se convertirá en el 51º estado de Estados Unidos. Esta declaración surge en respuesta a las recientes afirmaciones del presidente electo de EE. UU., Donald Trump, quien ha insinuado que su administración podría llevar a cabo una transformación territorial que uniría ambos países.
Trump ha manifestado en diversas ocasiones su deseo de eliminar la frontera que separa a Canadá de Estados Unidos, sugiriendo que tal medida podría mejorar la seguridad nacional. Durante una rueda de prensa en su residencia en Florida, el magnate inmobiliario afirmó: “Si eliminamos esa línea artificial y observamos lo que eso implicaría, también sería mucho mejor para la seguridad nacional”.
Trudeau, quien anunció su decisión de renunciar como primer ministro y líder del Partido Liberal, respondió a las declaraciones de Trump con contundencia. A través de un mensaje en la red social X, escribió: “No hay ninguna posibilidad de que Canadá se convierta en parte de los Estados Unidos”. Sin embargo, también destacó la importancia de la relación comercial y de seguridad entre ambos países, subrayando que “los trabajadores y las comunidades de ambos países se benefician de ser los principales socios comerciales y de seguridad”.
Reacciones en el ámbito político canadiense
El líder del Partido Conservador de Canadá, Pierre Poilievre, también se pronunció enérgicamente contra las declaraciones de Trump, afirmando: “Canadá nunca será el 51º estado. Punto. Somos un gran país independiente”. Poilievre enfatizó que Canadá ha sido “el mejor amigo de EE. UU.”, resaltando el comercio mutuo y las inversiones, así como la contribución canadiense en la lucha contra el terrorismo tras los ataques del 11 de septiembre.
El líder conservador criticó al gobierno de Trudeau, argumentando que su administración ha fallado en comunicar estos puntos evidentes. Prometió que, de ser elegido primer ministro, se comprometería a “reconstruir nuestras fuerzas armadas y recuperar el control de la frontera para asegurar tanto a Canadá como a EE. UU.”, además de “recuperar el control de nuestro Ártico para mantener a Rusia y China alejados”.
La situación política en Canadá se ha visto afectada por la caída en la popularidad de Trudeau, quien ha liderado el país desde 2015. En un discurso reciente, expresó su falta de confianza para continuar al frente del Partido Liberal en las próximas elecciones, previstas para este año.
Trump, por su parte, reaccionó a la renuncia de Trudeau a través de su plataforma Truth Social, afirmando que “muchas personas en Canadá AMAN ser el 51º estado”. También argumentó que “Estados Unidos ya no puede soportar los enormes déficits comerciales y los subsidios que Canadá necesita para mantenerse a flote”, sugiriendo que Trudeau era consciente de esta situación y por ello decidió dimitir.
Durante su campaña electoral, Trump amenazó con imponer aranceles a los productos canadienses, argumentando que tal medida fortalecería la economía estadounidense. Esta retórica ha generado preocupación en Canadá, donde se valora la relación bilateral y los beneficios que esta conlleva.
