El derbi asturiano entre el Real Oviedo y el Real Sporting se vio interrumpido durante unos trece minutos debido al lanzamiento de objetos por parte de la afición carbayona en los últimos minutos de la primera mitad. El árbitro del encuentro, Sesma Espinosa, tomó la decisión de mandar a los dos equipos a los vestuarios en el minuto 39, tras haber advertido previamente al delegado de campo del Real Oviedo. La afición, ubicada en el anillo azul del Carlos Tartiere, lanzó cartulinas de papel utilizadas para realizar un mosaico, lo que provocó la suspensión momentánea del partido.
Tras el incidente, Sesma Espinosa pitó y se dirigió hacia el túnel, seguido por los jugadores de ambos equipos. En la megafonía del estadio azul se hizo hincapié en que, de continuar el lanzamiento de objetos, el partido sería suspendido definitivamente. A pesar de que el derbi asturiano estaba siendo un encuentro equilibrado, con pocas ocasiones para ambos equipos, lo más destacado fueron las cuatro tarjetas amarillas mostradas por el árbitro, una al Oviedo y tres al Sporting.
Después de trece minutos de suspensión, el partido se reanudó con un córner lanzado por el Sporting desde la esquina izquierda del campo. A pesar del incidente, el juego pudo continuar en el Carlos Tartiere, aunque la tensión generada por el lanzamiento de objetos por parte de la afición dejó una mancha en un encuentro que prometía ser emocionante y disputado.
