David Lynch, el aclamado director de cine estadounidense, ha fallecido a los 78 años, según ha comunicado su familia en una publicación en Facebook. Reconocido por sus narrativas surrealistas y visuales inquietantes, Lynch dejó una huella indeleble en el mundo del cine y la televisión con obras como Twin Peaks, Mulholland Drive, Blue Velvet, Dune y The Elephant Man. La causa de su muerte no ha sido revelada.
“Es con profundo pesar que, como familia, anunciamos el fallecimiento del hombre y el artista, David Lynch,” indicaron sus seres queridos en su página de Facebook, añadiendo que necesitarían “privacidad en este momento.” “Hay un gran vacío en el mundo ahora que ya no está con nosotros,” añadieron.
Un legado cinematográfico único
Nacido en Missoula, Montana, en 1946, Lynch comenzó su carrera como estudiante de arte, creando cortometrajes experimentales. Su primer largometraje, Eraserhead (1977), se convirtió en un clásico de culto y marcó el inicio de su trayectoria. A lo largo de su carrera, dirigió películas aclamadas por la crítica como Blue Velvet, Wild at Heart (que ganó la Palma de Oro en 1990) y Mulholland Drive, obteniendo tres nominaciones al Oscar como Mejor Director.
En 1984, Lynch dirigió la primera adaptación cinematográfica de Dune, que contaba con la participación de su colaborador habitual Kyle McLachlan y el músico Sting, entre otros. Sin embargo, más tarde desautorizó esta producción, alegando falta de control creativo.
Su innovadora serie de televisión Twin Peaks (1990) se convirtió en un fenómeno cultural, con una tercera temporada que se emitió en 2017. La inquietante melodía del programa, su ambientación en un pequeño pueblo y el estilo onírico característico de Lynch dejaron una marca indeleble en la televisión, incluso en la Rusia post-soviética de los años 90.
La mezcla vanguardista de géneros en Twin Peaks—telenovela, noir y surrealismo—resonó profundamente en un país que atravesaba complejas transiciones. La serie, que se emitió por primera vez en 1993, cautivó a la audiencia justo después del dramático asedio al parlamento ruso durante la crisis constitucional, generando un amplio debate filosófico y cinematográfico en los medios. El periódico Segodnya publicó análisis detallados de cada episodio, explorando las capas psicoanalíticas y culturales de la serie, y preguntas como “¿Quién mató a Laura Palmer?” se convirtieron en tan comunes como las discusiones políticas, según reportó Kommersant en 1994.
Más allá de su labor como cineasta, Lynch fue también pintor, músico y defensor de la meditación trascendental, fundando la David Lynch Foundation en 2005. Su última película de larga duración fue Inland Empire (2006), aunque continuó creando cortometrajes, videoclips e incluso actuando, como en el papel del director John Ford en The Fabelmans (2022) de Steven Spielberg.
Un fumador empedernido, Lynch reveló en agosto de 2024 que había sido diagnosticado con enfisema, una enfermedad pulmonar crónica que causa dificultad para respirar. Atribuyó su condición a su hábito de fumar y expresó que probablemente no podría volver a dirigir películas. Comenzó a fumar a los ocho años y solo dejó el tabaco en 2022, tras ser informado de que su vida estaba en riesgo inmediato. “Casi no podía moverme sin jadear,” declaró a la revista People. Requirió oxígeno suplementario para la mayoría de sus actividades y pasó gran parte de su tiempo en casa.
