Investigadores europeos están haciendo uso de nuevas tecnologías, incluyendo inteligencia artificial y la colaboración de científicos ciudadanos, para mejorar el monitoreo y la protección de hábitats y especies que se encuentran cada vez más amenazados. Esta iniciativa se presenta como una respuesta a la alarmante disminución de la biodiversidad en Europa, un problema que afecta tanto a la agricultura como a la salud de los ecosistemas.
El origen de esta problemática se remonta a 1998, cuando un pequeño parque en Zúrich, Suiza, se convirtió en el hogar de una nueva especie invasora: el chinche marrón marmoleado (Halyomorpha halys). Este insecto, traído accidentalmente desde China, ha proliferado rápidamente y ahora amenaza las cosechas de frutas y verduras en varios países europeos, incluyendo Italia, Francia y España.
El Dr. Vincent Kalkman, del Naturalis Biodiversity Center en los Países Bajos, colabora con estos científicos ciudadanos para rastrear la expansión del chinche a través de plataformas como Observation.org, donde los ciudadanos pueden subir imágenes de especies para su identificación. El trabajo de Kalkman forma parte del proyecto MAMBO, financiado por la Unión Europea, que busca proporcionar herramientas y conocimientos para el monitoreo de la biodiversidad mediante tecnologías de vanguardia.
Monitoreo de especies y hábitats
El Dr. Toke Høye, coordinador del proyecto MAMBO, ha señalado que este tiene dos objetivos principales: mejorar el monitoreo de especies, especialmente de invertebrados como abejas y escarabajos, y evaluar el estado de conservación de hábitats en Europa. Actualmente, solo el 15% de los hábitats protegidos en la UE se encuentran en buen estado de conservación.
Este proyecto busca implementar nuevas herramientas para el monitoreo, incluyendo el reconocimiento de sonidos mediante inteligencia artificial, mapas de hábitats de alta resolución y métricas específicas para evaluar la condición de los hábitats. En 2024, los equipos de investigación de MAMBO comenzarán a establecer sistemas en sitios de demostración a lo largo de Europa, utilizando cámaras trampa en los Países Bajos y drones en Francia para mapear reservas naturales.
La capacidad de MAMBO para generar mapas anuales que muestren cambios en los hábitats tiene el potencial de transformar la forma en que las agencias científicas y ambientales monitorizan el paisaje ecológico de Europa, proporcionando datos cruciales para la implementación de la Estrategia de Biodiversidad de la UE para 2030, parte fundamental del Pacto Verde Europeo.
A pesar de los avances tecnológicos, también es fundamental considerar el impacto ambiental de las nuevas herramientas. Los centros de datos que albergan servidores de inteligencia artificial generan residuos y consumen grandes cantidades de recursos. Høye ha enfatizado la importancia de evaluar el costo ambiental de las herramientas que se están utilizando, no solo en términos de hardware, sino también en el impacto de los modelos de inteligencia artificial.
Este enfoque crítico hacia la tecnología se complementa con un optimismo por parte de los investigadores, quienes consideran que el incremento en la participación ciudadana en la ciencia es un aspecto positivo. La combinación de tecnología y compromiso comunitario puede facilitar la conexión de las personas con el medio ambiente, un paso esencial en la lucha por preservar la biodiversidad.