La inteligencia artificial y sus riesgos para la infancia
La inteligencia artificial (IA) puede repetir los errores cometidos con la llegada de las redes sociales e internet, advierte un estudio publicado en la revista The Lancet. Según Karen L. Mansfield, psicóloga investigadora de la Universidad de Oxford, cuando se inicien los estudios científicos sobre el impacto de la IA, especialmente en la salud mental de los menores, muchos jóvenes ya habrán adoptado estas nuevas tecnologías. Esta falta de anticipación podría llevar a una nueva ola de pánico mediático, sin lograr establecer medidas efectivas que garanticen un entorno digital seguro y beneficioso para niños y adolescentes. La investigación también pone de manifiesto un problema alarmante: uno de cada 12 niños en el mundo es víctima de abusos o explotación sexual anualmente.
El acceso a internet ha facilitado que los menores se encuentren expuestos a contenidos dañinos de fácil acceso, tal como señala Jorge B., un joven experto en ciberseguridad. A pesar de que existen redes profundas con contenidos peligrosos, lo más perjudicial suele estar a la vista en la superficie de la web. La falta de experiencia y madurez tecnológica en la infancia hace que los menores sean más vulnerables a estos peligros. Entre los riesgos asociados a la IA, se destaca la suplantación de identidad y la difusión de contenidos falsos, que afectan especialmente a niñas y jóvenes. Estos problemas se agravan con la aparición de herramientas de autodiagnóstico en línea y sistemas de recomendación que pueden conducir a interacciones perjudiciales.
Los profesionales coinciden en la necesidad de una educación digital adecuada que prepare a los menores para navegar de manera segura por el entorno digital. Según un informe de Kaspersky, casi la mitad de los menores españoles tiene acceso a dispositivos conectados antes de cumplir los siete años, y muchos padres no abordan los riesgos asociados a la tecnología con sus hijos. Para proteger a los jóvenes, se requiere una combinación de formación, información y regulación efectiva, ya que las medidas que se implementen después de que se hayan producido daños suelen ser ineficaces. La investigación destaca que el uso de tecnologías emergentes, como la IA, debe ir acompañado de un enfoque que priorice la seguridad y el bienestar de la infancia en el entorno digital.
