Han pasado 30 años desde el juicio del siglo, en el que O.J. Simpson enfrentó cargos por el doble asesinato de su exesposa, Nicole Brown, y su amigo Ronald Goldman. Sin embargo, para los implicados, la sombra de este caso nunca se ha disipado.
El exdetective del Departamento de Policía de Los Ángeles, Mark Fuhrman, reflexionó sobre su legado en el nuevo documental de Netflix American Manhunt: O.J. Simpson, afirmando que en su obituario se le recordará como «el detective racista desacreditado en el caso O.J. Simpson».
Por su parte, el exfiscal Christopher Darden, quien trabajó junto a Marcia Clark, manifestó que será recordado por haber solicitado a Simpson que se probara los guantes ensangrentados en el tribunal, un momento que resultó en un giro inesperado del proceso judicial.
“Christopher Darden y el guante, unidos para siempre”, comentó el abogado en la serie. “Cuando muera, entiérrenme con un par de guantes Isotoner”, añadió, haciendo referencia a la famosa pieza de evidencia que generó controversia durante el juicio.
Kim Goldman, hermana de Ronald, expresó su reticencia a hablar sobre el caso, pero siente la obligación de hacerlo. “Es un ciclo vicioso porque no quiero estar aquí. No quiero hacer esto. Pero si no lo hiciera, mi hermano no formaría parte de esto y tengo que hacerlo. Y otras víctimas y sobrevivientes, ya sean de alto perfil o no, tenemos que seguir haciéndolo para recordar que no se trataba solo del asesino. Mi hermano apenas tenía 25 años y perdió toda su vida porque alguien más pensó que tenía el poder de quitarla”, afirmó Goldman.
Este proyecto dirigido por Floyd Russ se divide en cuatro partes: “La Sangre”, “La Búsqueda”, “El Circo” y “El Veredicto”. En él, se presentan entrevistas con jugadores clave del caso, que comenzó su juicio en enero de 1995. La serie también refleja los eventos que rodearon la infame persecución en Bronco de Simpson, y lo que ocurrió, décadas después. Entre los entrevistados se encuentran el exdetective Tom Lange, el abogado de Simpson Carl E. Douglas, testigos como Kato Kaelin y Ron Shipp, y el jurado Yolanda Crawford. Simpson falleció de cáncer en 2024.
El documental ofrece una visión amplia del contexto histórico. Los asesinatos tuvieron lugar en junio de 1994, dos años después de que los agentes de policía que golpearon a Rodney King fueran absueltos. Las tensiones raciales eran altas cuando comenzó el juicio. Johnnie Cochran, parte del “equipo de ensueño” de abogados de Simpson, no dudó en jugar la carta racial. Además, la evidencia de ADN era relativamente nueva, habiendo sido utilizada por primera vez en casos criminales en 1986.
El documental examina la abrumadora evidencia que vinculaba a Simpson con los asesinatos. Una guante ensangrentado fue encontrado fuera del condominio de Brown, donde ocurrieron los asesinatos, y otro guante coincidente estaba en la propiedad de Simpson. Él poseía el mismo estilo de guantes que usó en televisión y los zapatos Bruno Magli que dejaron huellas ensangrentadas en el lugar del crimen. La sangre de Simpson fue hallada en la escena del crimen, así como una mezcla de su sangre y la de las víctimas en su casa y en su Bronco. Además, había un periodo de una hora y diez minutos en el que no se tenía constancia de su paradero la noche de los asesinatos, y heridas en sus manos.
Simpson ya había sido condenado anteriormente por violencia doméstica contra Brown, quien era 12 años más joven que él. En las grabaciones del 911, Brown suplicaba ayuda, y dejó una caja de seguridad con diarios y fotos que documentaban el abuso. Amigos y familiares testificaron haber sido testigos de la violencia.
El documental también aborda la evidencia que no fue recolectada o que no se presentó en el juicio. Fuhrman declaró que había señalado una huella digital a los detectives Lange y Philip Vannatter, que nunca fue registrada. También afirmó que había encontrado una caja de cuchillos en el baño de Simpson y otras evidencias que no se recogieron.
Otros testigos que nunca fueron llamados a declarar, como Skip Junis, quien afirmó haber visto a Simpson desechar una bolsa en el aeropuerto tras los asesinatos, y Jill Shively, quien aseguró haber visto a Simpson huir de la escena del crimen en su Ford Bronco, no fueron utilizados por la fiscalía debido a que vendieron sus historias a tabloides.
Los protagonistas también comentaron sobre los errores y omisiones durante el juicio, como el incidente del guante. Darden insiste en que “sí encajaba”, culpando al guante de látex que Simpson llevaba puesto debajo. Además, el criminalista Dennis Fung fue fotografiado recolectando evidencia en la escena del crimen sin guantes de protección. La propia entrevista policial de Simpson, que fue obtenida tras la persecución en Bronco y en la que hizo declaraciones inconsistentes, no fue utilizada en el juicio.
Sin embargo, la implicación de Fuhrman en el caso resultó ser su undoing. En el estrado, fue interrogado sobre su historial de uso de insultos raciales durante su carrera, lo que él negó. La defensa presentó grabaciones y otras pruebas de su uso reiterado de esos términos. Posteriormente, invocó su derecho a no autoincriminarse, incluyendo cuando se le preguntó si había plantado o fabricado evidencia.
Crawford, una de las jurados, comentó que el equipo de defensa de Simpson, que también incluía a Robert Shapiro, Robert Kardashian, F. Lee Bailey, Barry Scheck y Carl E. Douglas, generó suficientes dudas razonables sobre Fuhrman y la manipulación de evidencia por parte de la policía, lo que llevó a su decisión de no condenar. Después de ocho meses de testimonios, el jurado tomó su decisión en menos de un día.
Fuhrman, quien más tarde se declaró no culpable de perjurio, fue puesto en el punto de mira en el documental, donde se le preguntó si se considera racista.
“No puedo argumentar el punto”, dijo. “No puedo deshacer lo que se ha hecho. Si alguien dice que eres racista, no puedo contradecirlo… ¿Me gusta? No. ¿Intento suplicar a la gente, ‘no soy así. Perdóname’? No.”
Fuhrman también fue cuestionado sobre si plantó la evidencia, a lo que respondió: “No, y así es como habría testificado”. Llamó a la acusación “absolutamente ridícula”, pero “no puedo cambiar” la opinión de las personas. “Es lo que hay”.
Darden habló sobre su experiencia como fiscal negro en un caso cargado racialmente y en una ciudad con tensiones raciales. Se sentía como una contratación “token”, pero insistió en su competencia profesional. “No había perdido un caso de delito grave en 15 años… era un monstruo”, afirmó. Darden expresó que la derrota fue un “shock para el sistema”, y aún siente una responsabilidad por el veredicto de no culpable que dejó a las familias afectadas.
Lange, quien recordó en su entrevista la brutalidad de los asesinatos, con Brown casi decapitada y las extensas heridas defensivas de Goldman, sigue frustrado con el resultado, a pesar de que Simpson fue declarado culpable de homicidio culposo en un caso civil.
“La evidencia de ADN en este caso debería haber sido suficiente para condenar a cualquiera”, dijo. “No superamos estas cosas. No sanan con el tiempo. Esto es para siempre”.
Por otro lado, Douglas, parte de la defensa, celebró la victoria de su equipo y la libertad de Simpson, afirmando que “el jurado acertó” y que “dormirá bien cada noche” al respecto, “como lo ha hecho durante los últimos 30 años”.
American Manhunt: O.J. Simpson ya está disponible en Netflix.
