Un informe reciente de una coalición de organizaciones humanitarias ha revelado una alarmante situación que afecta a los migrantes subsaharianos en Túnez. Según el documento, estos migrantes están siendo detenidos por las autoridades tunecinas y posteriormente vendidos a traficantes libios por precios que oscilan entre 12 y 90 euros. Este proceso, según el informe titulado “State Trafficking: Expulsion and Sale of Migrants from Tunisia to Libya,” se encuentra facilitado por acuerdos entre la Unión Europea (UE) e Italia, que buscan frenar la migración y evitar que las embarcaciones crucen el Mediterráneo.
El informe, basado en meses de investigación en campamentos de chabolas y centros de detención en el norte de África, incluye testimonios de 30 migrantes provenientes de países como Camerún, Chad, Sudán, Guinea y Costa de Marfil. Uno de los testimonios más impactantes señala: “Nos vendieron a los libios. Lo digo en serio, comprar y vender, nos vendieron como objetos, como esclavos.”
Violaciones de derechos humanos y complicidad europea
Desde 2017, Italia ha invertido cerca de 90 millones de euros en la formación y equipamiento de las fuerzas fronterizas de Túnez. Estas políticas han sido elogiadas por haber reducido en un 59% el número de migrantes que alcanzan las costas italianas. Sin embargo, el informe destaca las graves violaciones de derechos humanos que se derivan de estas políticas. Los migrantes son supuestamente capturados en ciudades tunecinas, trasladados a centros de detención cerca de la frontera con Libia y vendidos a milicias libias. Las mujeres, en particular, son objeto de una explotación aún más severa, siendo vendidas a precios que pueden alcanzar hasta 90 euros debido a su utilización como esclavas sexuales.
El informe también documenta casos de tortura, violencia sexual y trabajo forzado. La Comisión Europea no ha emitido comentarios sobre el informe, que fue presentado en el Parlamento del bloque por un grupo de legisladores de izquierda, quienes condenaron el papel de la UE en estas violaciones de derechos humanos. La eurodiputada española Estrella Galan expresó su indignación al afirmar que “es un acto de irresponsabilidad que los fondos europeos se utilicen para facilitar el tráfico de seres humanos entre Túnez y Libia, reduciendo vidas a meras mercancías valoradas entre 12 y 90 euros.”
El informe concluye con un llamado a una mayor supervisión de las políticas migratorias de la UE y sus implicaciones en derechos humanos, advirtiendo que los acuerdos actuales priorizan la reducción de la migración sobre la protección de los derechos humanos, lo que ha llevado a abusos sistemáticos.
