La reciente sustracción del valioso casco antiguo de Cotofenesti, un emblemático tesoro cultural de Rumanía, ha llevado a la policía holandesa a arrestar a tres sospechosos, lo que ofrece una pequeña esperanza para su recuperación. Este casco dorado, que data de hace aproximadamente 2.500 años, es considerado un ícono nacional y se encontraba expuesto en un pequeño museo en los Países Bajos.
A pesar de los arrestos, el casco y otros objetos robados, incluidos tres brazaletes de oro, siguen desaparecidos. La policía holandesa ha indicado que los detenidos están siendo interrogados y no se descartan más arrestos en relación con el caso. La noticia ha generado cierto alivio en el Museo Drents, que ha sido criticado, especialmente por parte de las autoridades rumanas, por supuestamente carecer de las medidas de seguridad adecuadas.
El robo, que ha conmocionado al mundo del arte y devastado a las autoridades rumanas, ocurrió durante el último fin de semana de una exposición de seis meses. El presidente rumano, Klaus Iohannis, calificó los artefactos de “importancia cultural e histórica excepcional” para la herencia y la identidad rumanas, subrayando el impacto emocional y simbólico que su desaparición ha tenido en la sociedad. El director del Museo Nacional de Historia de Rumanía, Ernest Oberlander-Tarnoveanu, afirmó que se trató de un atraco “que ni en nuestros sueños más pesimistas habríamos creído posible”.
La notoriedad y el diseño dramático del casco dificultan su venta en el mercado negro, lo que ha llevado a temer que los ladrones estuvieran más interesados en el valor del oro. Con el precio del oro en torno a los 85.000 euros (89.000 dólares) por kilo, el casco, que pesa ligeramente menos de esa cantidad, podría ser fundido, aunque eso reduciría drásticamente su valor cultural e histórico.
El Museo Drents ha expresado su esperanza de que se produzcan nuevos avances que permitan la recuperación de los objetos robados sin sufrir daños. “Estamos esperando con gran expectación. La recuperación sin daños sería, para todos, un paso fantástico. No solo para nosotros, sino también para el pueblo rumano”, indicó el museo en un comunicado.