El aumento de las poblaciones de ratas en las ciudades: un efecto del cambio climático
En las grandes ciudades, la presencia de ratas se ha convertido en un fenómeno creciente que preocupa a las autoridades y a los expertos en salud pública. Un estudio reciente liderado por Jonathan Richardson, profesor de biología en la Universidad de Richmond, ha revelado que las poblaciones de ratas están aumentando significativamente en varias ciudades del mundo, y este aumento se vincula principalmente al cambio climático. Los investigadores analizaron datos de avistamientos, trampas y reportes de inspección en 16 ciudades, entre ellas Washington D.C., Nueva York y Tokio, y encontraron que 11 de ellas mostraron tendencias de crecimiento en sus poblaciones de ratas.
El estudio, publicado en la revista Science Advances, señala que factores como la alta densidad poblacional y la escasez de vegetación urbana contribuyen a este fenómeno, pero el principal impulsor es el aumento de las temperaturas promedio. Las ratas, al ser mamíferos pequeños, son sensibles al frío, y climas más cálidos les permiten pasar más tiempo en el exterior en busca de alimento y, sobre todo, prolongan su periodo de reproducción. Además, el clima cálido puede extender las temporadas de crecimiento de la vegetación, lo que proporciona más alimento y refugio a estos roedores.
La proliferación de ratas plantea serios problemas a las ciudades. Se estima que causan daños valorados en 27 mil millones de dólares anuales en Estados Unidos, además de representar un riesgo para la salud pública al ser portadoras de más de 50 patógenos que pueden afectar a los seres humanos. La presencia de ratas se relaciona con enfermedades graves, como la leptospirosis, que puede ser mortal si no se trata adecuadamente. Por tanto, las ciudades deben abordar este desafío de manera proactiva, no solo controlando las poblaciones de ratas, sino también educando a los ciudadanos sobre cómo evitar atraerlas a sus hogares y espacios públicos.