La creciente frecuencia e intensidad de los eventos de inundación ha llevado a los investigadores a explorar cómo las variedades de soja pueden adaptarse a estas condiciones adversas. En un estudio reciente de la Universidad de Arkansas, se analiza el impacto de la inundación en la etapa reproductiva temprana de la soja, un período crítico que puede determinar la calidad y cantidad de la cosecha.
Investigación sobre la soja y su respuesta a inundaciones
El estudio, titulado «Impacto de la inundación en la etapa temprana de crecimiento reproductivo de la soja sobre el rendimiento y la composición de las semillas», fue dirigido por Caio Vieira, profesor asistente de mejoramiento de soja. La investigación se llevó a cabo en el Centro de Investigación y Extensión de Arroz en Stuttgart, Arkansas, durante las temporadas de cultivo de 2019 y 2020, y se centró en 31 genotipos de soja expuestos a condiciones inundadas y no inundadas.
Uno de los hallazgos más sorprendentes de la investigación fue que una inundación de cuatro días durante la etapa reproductiva temprana no alteró significativamente la composición de las semillas de las variedades estudiadas, en comparación con el grupo de control no inundado. Este resultado desafía algunas suposiciones previas sobre cómo la inundación podría afectar la calidad de la soja.
La soja es particularmente susceptible a la inundación durante la etapa R1, que se refiere al inicio de la floración. Vieira explica que el estrés hídrico en esta fase es crítico, ya que puede provocar pérdidas significativas en el rendimiento. La investigación también destaca que, aunque la tolerancia a la inundación puede ofrecer cierta seguridad de rendimiento, aún pueden producirse pérdidas en genotipos considerados tolerantes.
El impacto del cambio climático en la producción de soja
A medida que las temperaturas en Estados Unidos han permitido fechas de siembra más tempranas, los patrones de lluvia también han cambiado, lo que resulta en un estrés adicional para las plantas de soja. Vieira señala que, con el cambio climático, existe un potencial creciente de inundaciones a lo largo de toda la temporada de cultivo, complicando aún más la planificación agrícola.
La investigación también ha abordado la necesidad de identificar genes que regulen la respuesta de la soja al estrés por inundación, con el objetivo de combinar características genéticas favorables a lo largo de todas las etapas de crecimiento. Este enfoque podría permitir el desarrollo de variedades de soja que mantengan la tolerancia a la inundación durante todo el ciclo de cultivo.
Con la producción de soja en Arkansas cada vez más sometida a las inclemencias del clima, la búsqueda de variedades que puedan resistir mejor estas condiciones se convierte en una prioridad. La implementación de prácticas agrícolas sostenibles y la investigación continua son esenciales para garantizar la seguridad alimentaria en un contexto de cambio climático, donde el aumento de fenómenos meteorológicos extremos es cada vez más común.