Este jueves por la noche, los observadores del cielo podrán disfrutar de un espectáculo astronómico singular. La luna, que se encuentra en fase de gibosa creciente y está iluminada en un 70%, aparecerá casi en el cenit, es decir, directamente sobre la cabeza de los observadores. Sin embargo, el foco de atención no será la luna, sino Júpiter, el mayor planeta del sistema solar, que brillará intensamente a su lado. Esta es una oportunidad excelente para apreciar la majestuosidad de ambos cuerpos celestes en una noche clara de invierno.
Aproximadamente 45 minutos después del atardecer, en la dirección sureste del horizonte, se podrá ver la luna, con Júpiter situado a unos 5,5 grados por encima de ella. Para tener una referencia, el puño cerrado de una persona a la distancia del brazo mide aproximadamente 10 grados, por lo que la distancia entre ambos será equivalente a la mitad de un puño. Este fenómeno es particularmente interesante porque Júpiter, al ser tres veces más brillante que la estrella más luminosa visible desde la Tierra, Sirius, se mostrará como un punto de luz constante, a diferencia de Sirius, que tiende a titilar debido a la atmósfera terrestre.
Observación de Júpiter y sus lunas
Los astrónomos aficionados podrán observar no solo a Júpiter, sino también a sus famosas lunas galileanas. Estas cuatro lunas, descubiertas por Galileo Galilei en 1610, son Io, Europa, Ganimedes y Calisto. En la noche mencionada, será posible verlas alineadas a ambos lados de Júpiter, lo que añade un atractivo extra al espectáculo astronómico de la jornada. A medida que avanza el mes, Júpiter se irá alejando de la Tierra, haciendo que su brillo disminuya un poco, pero seguirá siendo un objeto de estudio fascinante tanto para los telescopios como para los prismáticos.