El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tomado medidas drásticas contra varias agencias de la ONU, acusándolas de exhibir un sesgo antiamericano y de propagar el «antisemitismo». Estas acciones se producen en el contexto de la visita del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a Washington D.C.
Trump ha ordenado la retirada de Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (UNHRC) y ha suspendido la financiación de la Agencia de la ONU para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA). Además, ha solicitado al Departamento de Estado una revisión de la participación estadounidense en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El documento firmado por Trump sostiene que estas tres entidades se han desviado de la misión central de la ONU de promover la paz y, en cambio, actúan «en contra de los intereses de Estados Unidos, atacando a nuestros aliados y propagando el antisemitismo». Desde Jerusalén Occidental, se ha acusado al UNHRC y a la UNESCO de tener un sesgo antiisraelí en el tratamiento de casos relacionados con los derechos palestinos y el patrimonio cultural.
Acusaciones y Reacciones
El UNRWA, establecido en 1949 para asistir a los palestinos desplazados por el conflicto árabe-israelí, ha negado las acusaciones de estar infiltrado por terroristas. Sin embargo, Trump ha insistido en que la agencia ha sido «infiltrada» y ha respaldado las afirmaciones israelíes de que algunos empleados del UNRWA participaron en el ataque sorpresa de octubre de 2023 por parte del grupo palestino Hamas, que llevó a Israel a iniciar una campaña militar de 15 meses, actualmente en pausa bajo un alto el fuego mediado por la ONU.
Durante la ceremonia de firma en la Oficina Oval, Trump declaró que la ONU tiene un «tremendo potencial» que merece el apoyo continuo de Estados Unidos, siempre que sus líderes «se pongan las pilas». Subrayó que la ONU debe ser «justa con los países que merecen justicia», aunque no mencionó a ninguna nación en particular. También sugirió que Estados Unidos realiza una contribución desproporcionada al presupuesto de la ONU, que se financia principalmente a través de las aportaciones de los estados miembros basadas en sus ingresos nacionales brutos.
Cabe recordar que la primera administración de Trump retiró a Estados Unidos del UNHRC y desfinanció al UNRWA en 2018. En 2021, el presidente Joe Biden revirtió estas decisiones durante su mandato.
En la misma comparecencia junto a Netanyahu, Trump anunció que Estados Unidos «tomará el control» de Gaza y lo convertirá en la «Riviera del Medio Oriente». Reiteró su posición de que los palestinos deberían ser reubicados permanentemente en otros lugares, una postura que críticos consideran que equivaldría a una limpieza étnica del enclave palestino.
Las estimaciones de la ONU indican que más del 90% de las viviendas en Gaza han sido destruidas o gravemente dañadas en la reciente escalada de violencia, lo que ha llevado al desplazamiento de la gran mayoría de la población local, alrededor de 1.9 millones de personas. Las autoridades locales han actualizado el número de muertos en el enclave a más de 61,700, presumiendo que miles de personas desaparecidas están muertas.