Reparto de menores inmigrantes: un acuerdo controvertido en Canarias
El reciente acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Canarias y el Ejecutivo español para el reparto de menores inmigrantes que han llegado en cayucos ha suscitado un intenso debate. Los criterios establecidos para determinar la distribución de estos menores entre las distintas comunidades autónomas incluyen factores como la renta per cápita, la tasa de desempleo y la población de cada región. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre si este mecanismo se aplicará también en el País Vasco y en Cataluña, lo que añade un matiz de complejidad a la situación.
La medida ha sido recibida con alivio en Canarias, donde la presión sobre los recursos destinados a la atención de estos menores ha alcanzado niveles críticos en los últimos meses. A pesar de que desde la Consejería de Bienestar Social, Juventud e Infancia se ha incrementado la capacidad de acogida, pasando de poco más de 30 a 86 centros en la actualidad, la saturación persiste. Esta situación ha llevado a que las organizaciones que gestionan estas instalaciones, a menudo superadas en su capacidad, no puedan garantizar la atención adecuada a estos niños, que requieren cuidados especiales y apoyo en su adaptación a un nuevo entorno cultural y lingüístico.
Los menores que llegan a las costas canarias, muchos de ellos procedentes de regiones azotadas por conflictos bélicos, hambrunas o explotación sexual, enfrentan un viaje peligroso y traumático. Algunos han llegado a experimentar situaciones extremadamente difíciles, como la pérdida de familiares durante la travesía. Con la salida de aproximadamente 4.000 menores hacia otras comunidades, se espera que la atención que reciben en Canarias mejore significativamente. Sin embargo, la sociedad canaria se enfrenta a un dilema complejo, ya que, aunque no perciben la llegada de estos menores como un problema de inseguridad, reconocen que la falta de recursos podría generar conflictos si no se gestiona adecuadamente el reparto y la atención a estos niños vulnerables.