Un ambicioso proyecto de investigación multinacional, co-dirigido por la Universidad de Buffalo, ha demostrado que es posible monitorizar y medir la biodiversidad de la Tierra desde el espacio, lo que permitirá una mejor comprensión de los ecosistemas terrestres y acuáticos. Este esfuerzo, denominado BioSCape, se llevó a cabo en la región del Gran Cabo Florístico en Sudáfrica, una de las áreas más biodiversas del planeta, y ha dado lugar a estudios publicados recientemente en las revistas Nature Reviews Biodiversity y npj Biodiversity.
Durante seis semanas a finales de 2023, más de 160 científicos de diversas partes del mundo recogieron datos en esta región. El equipo estuvo liderado por Adam Wilson, profesor asociado en el Departamento de Geografía de la Universidad de Buffalo, junto con los co-investigadores Erin Hestir de la Universidad de California, Merced, y Jasper Slingsby de la Universidad de Ciudad del Cabo.
Innovaciones en la investigación de biodiversidad
Para llevar a cabo esta investigación, se utilizaron dos aviones de la NASA y uno sudafricano, que sobrevolaron el Gran Cabo Florístico para recopilar imágenes ultravioletas, visuales, térmicas y otros tipos de datos. Esta información, combinada con el trabajo de campo realizado por el amplio equipo de científicos, proporciona una visión integral de la biodiversidad de la región.
Erin Hestir destacó que esta fue la primera campaña de la NASA centrada en la biodiversidad. «Logramos cumplir con todos nuestros objetivos de medición, y los datos recolectados están contribuyendo al desarrollo de técnicas innovadoras para monitorizar la biodiversidad desde el espacio a nivel global», afirmó. Wilson, quien también es profesor asociado en el Departamento de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la misma universidad, remarcó la importancia de la colaboración internacional en esta investigación.
Los investigadores eligieron el Gran Cabo por sus «asombrosos niveles de biodiversidad, desafiantes problemas de conservación y una comunidad de investigación y conservación bien desarrollada y progresista». Los métodos desarrollados durante el proyecto les permitieron examinar la composición cambiante de las comunidades, la perturbación del ecosistema, la resiliencia y la recuperación de estos, así como las funciones del ecosistema y las contribuciones de la naturaleza a las personas.
El equipo espera que la evidencia recopilada sirva de base para mejorar la capacidad de los científicos para mapear y monitorizar los cambios en la biodiversidad, un objetivo que se encuentra en la agenda global. Los datos se han hecho disponibles de manera gratuita para científicos y al público en general, con la esperanza de que los métodos y hallazgos contribuyan a nuevas tecnologías para medir los ecosistemas terrestres y marinos, y así mejorar la conservación de la biodiversidad.
Anabelle Cardoso, gerente del equipo científico, añadió que «BioSCape está construyendo capacidades técnicas en Sudáfrica y esperamos preparar a la comunidad para que aproveche la avanzada y gratuita imagen satelital de la NASA para mejorar la conservación». En un año, los investigadores anticipan nuevos hallazgos y mejores conocimientos que avanzarán en la tecnología para medir la vida en la Tierra desde el espacio.