James Quincey, CEO de Coca-Cola, ha compartido recientemente sus expectativas en torno a los resultados del cuarto trimestre de la compañía, los cuales se darán a conocer próximamente. Según un análisis realizado por LSEG, se anticipa que la multinacional de bebidas reportará ganancias por acción de 52 centavos y unos ingresos que rondarán los 10,68 mil millones de dólares. Sin embargo, se prevé un descenso del 2,5% en las ventas trimestrales, una tendencia que refleja la creciente sensibilidad al precio de los consumidores.
Este cambio en el comportamiento del consumidor es un fenómeno observable en muchos sectores, donde la búsqueda de opciones más económicas se ha convertido en una prioridad. A pesar de este panorama, marcas premium como Fairlife y Topo Chico han logrado mantener un crecimiento sólido, lo que sugiere que no todos los segmentos del mercado están siendo igualmente afectados por la coyuntura económica.
Impacto en el negocio fuera de casa
El negocio de Coca-Cola en el segmento fuera de casa ha experimentado un revés significativo, especialmente debido a la reducción en el gasto de los consumidores en restaurantes. Esta situación ha llevado a muchos a optar por comprar hamburguesas sin acompañarlas de bebida, o a elegir porciones más pequeñas, lo que afecta directamente a las ventas de la compañía. Es notorio que McDonald’s, el mayor cliente de Coca-Cola, ha reportado recientemente la mayor caída en sus ventas en Estados Unidos desde la pandemia de Covid-19.
En este contexto, Coca-Cola anticipa que las variaciones en las tasas de cambio afectarán sus resultados, proyectando un impacto negativo de un dígito bajo en los ingresos comparables y de un dígito medio en las ganancias por acción. A pesar de estas dificultades, las acciones de Coca-Cola han experimentado un crecimiento del 7% en el último año, elevando su capitalización de mercado a aproximadamente 275 mil millones de dólares.
