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El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha arremetido contra los líderes de la Unión Europea (UE) por su enfoque pasivo en las negociaciones comerciales con Estados Unidos, describiéndolos como “conejos cobardes”. Esta crítica surge en un contexto de tensiones comerciales crecientes entre Bruselas y Washington, especialmente ante la amenaza de nuevos aranceles por parte de la administración estadounidense.
Durante una conferencia de prensa en Budapest, Orbán expresó su escepticismo sobre la capacidad del liderazgo actual de la UE para defender eficazmente los intereses del bloque en disputas económicas con Estados Unidos. “El problema es que los líderes de la Unión Europea y las instituciones de la UE están sentados como conejos cobardes,” afirmó, añadiendo que las instituciones europeas “no pueden ser tomadas en serio” y son incapaces de presentar “ofertas serias” en las negociaciones comerciales con Washington.
La necesidad de una respuesta proactiva
Orbán instó a que las dos economías más grandes de la UE, Alemania y Francia, deberían asumir la iniciativa en este ámbito. “No hay piedad para los débiles,” advirtió, sugiriendo que la UE debe presentar proactivamente sus propias propuestas a Estados Unidos en relación con los aranceles de importación.
Las tensiones comerciales han escalado desde que el expresidente Donald Trump anunciara la imposición de un arancel del 25% sobre todas las importaciones de acero y aluminio a Estados Unidos, sin excepciones ni exenciones, a partir del próximo mes. Según datos recientes, las exportaciones de acero de la UE a Estados Unidos han promediado alrededor de 3.000 millones de euros anuales en la última década.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha declarado que estos aranceles “no quedarán sin respuesta” y que desencadenarán “contramedidas firmes y proporcionales” por parte del bloque europeo. Además, Trump ha propuesto implementar “aranceles recíprocos” que igualarían los impuestos que otros países imponen a las exportaciones estadounidenses.
El conflicto comercial entre Washington y Bruselas comenzó en 2018, cuando Trump impuso aranceles sobre el acero y el aluminio europeos, alegando preocupaciones de seguridad nacional, lo que provocó represalias por parte de la UE. Desde entonces, ambas partes han intercambiado aranceles sobre bienes por un valor superior a 10.000 millones de dólares. En 2021, la UE y Estados Unidos acordaron eliminar los aranceles sobre ciertas cantidades de aluminio y acero fabricados completamente dentro de la UE, mientras ambas partes buscaban un acuerdo comercial a largo plazo.