El apoyo de J.D. Vance a la ultraderecha alemana desata la ira de Berlín

In Internacional
febrero 15, 2025

El reciente apoyo del vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, a la ultraderecha alemana ha generado una controversia significativa entre dos aliados tradicionales: Washington y Berlín. En la apertura de la segunda jornada de la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), el canciller alemán, Olaf Scholz, dejó claro que “no aceptaremos injerencias a favor de ese partido, en nuestra democracia y en nuestras elecciones”. Este comentario se produce en un contexto electoral delicado, a una semana de las elecciones generales en Alemania, donde Scholz busca su reelección.

Scholz no se mostró ambiguo en sus declaraciones, afirmando que apoyar a Alternativa para Alemania (AfD) es incompatible con el compromiso de Alemania de decir “nunca más” al nazismo. En su discurso, el canciller hizo referencia a la visita de Vance al antiguo campo de concentración nazi de Dachau, subrayando que la AfD trivializa el Holocausto. Scholz recordó una polémica declaración del fundador de la AfD, Alexander Gauland, quien había calificado el nazismo como una “cagadita de pájaro” en la historia alemana, lo que Scholz calificó de “trivialización monstruosa de los crímenes del nazismo”.

Reacciones en Alemania

La respuesta alemana a las declaraciones de Vance fue inmediata. El ministro de Defensa, Boris Pistorius, del Partido Socialdemócrata, calificó de “inaceptable” la injerencia del vicepresidente estadounidense. Pistorius modificó su discurso, que inicialmente iba a centrarse en la situación en Ucrania, para abordar la controversia generada por Vance, quien se había reunido con Alice Weidel, líder de la AfD y candidata a la Cancillería, en un hotel de Múnich.

La AfD, que no está invitada a la MSC y es excluida por el resto de los partidos alemanes, se sitúa en segundo lugar en las encuestas de cara a las elecciones del 23 de febrero, solo por detrás del bloque conservador liderado por Friedrich Merz. La reunión entre Weidel y Vance ha sido percibida como un golpe para la clase política alemana, ya que Vance también se reunió con Merz, pero no con Scholz.

El primer ministro de Baviera, Markus Söder, también expresó su descontento durante su intervención en la MSC, afirmando que su país no necesita “recomendaciones de voto” desde el extranjero. Söder, líder de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), forma parte del bloque de Merz, lo que añade un matiz de descontento en las filas conservadoras alemanas ante la injerencia estadounidense.

El apoyo de Vance a la AfD se suma a las intervenciones del asesor de Trump, Elon Musk, en la campaña electoral alemana, quien ha manifestado que la AfD es el único partido que puede “salvar” a Alemania. Musk ha utilizado sus plataformas para apoyar a Weidel, lo que ha intensificado el debate sobre la influencia de figuras estadounidenses en la política alemana.

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