El etarra Valentín Lasarte compareció recientemente ante el juez de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, en el marco de la investigación sobre el asesinato del concejal del Partido Popular en San Sebastián, Gregorio Ordóñez, ocurrido el 23 de enero de 1995. Lasarte, condenado como autor material del atentado junto a otros dos etarras, no pudo recordar quién dio la orden para llevar a cabo el asesinato, a pesar de que se han cumplido 30 años del suceso. Cabe destacar que Lasarte estuvo en prisión durante un tiempo y ha estado en libertad desde hace casi una década.
Durante su declaración, que se prolongó por más de una hora, Lasarte alegó que su falta de memoria se debía al tiempo transcurrido. Al ser interrogado sobre cómo recibía las órdenes dentro de ETA, se excusó afirmando que la organización era «muy hermética» y que él no estaba al tanto de los detalles operativos, ya que era un miembro no fichado de la banda. Además, no pudo especificar si las instrucciones de seguimiento a Ordóñez se le comunicaron por carta o de forma verbal, ni desde qué ubicación se emitieron.
La investigación y el contexto del atentado
El juez Francisco de Jorge citó a Lasarte para esclarecer cómo se transmitió la orden de atentar contra Ordóñez, después de que un testigo protegido afirmara que dicha orden había sido emitida por «el comité ejecutivo» de ETA y que Lasarte había sido su fuente de conocimiento. Este testigo indicó que la instrucción para asesinar al concejal llegó desde Francia a través de una carta dirigida al comando Donosti. El asesinato de Ordóñez se enmarca en una estrategia de desestabilización llevada a cabo por la cúpula de ETA en esa época, en la que se destacó la importancia de la decisión de eliminar al edil del PP.
