El desafío del ruido radioeléctrico en la astronomía
La astronomía enfrenta un grave desafío debido a la interferencia de radiofrecuencia (RFI) que afecta a los telescopios. Recientemente, dos astrónomos han descubierto un método para identificar y eliminar algunos de estos molestos señales. Jonathan Pober, de la Universidad de Brown, en Rhode Island, ha señalado que la acumulación de satélites en la órbita terrestre complica la realización de observaciones de calidad. Según la Oficina de Asuntos del Espacio Exterior de las Naciones Unidas, en junio de 2023 había más de 11,000 satélites en el espacio, muchos de los cuales transmiten datos a través de longitudes de onda de radio, interfiriendo con las investigaciones astronómicas.
El Murchison Wide-field Array (MWA), un telescopio ubicado en Australia, es un claro ejemplo del problema que presenta la RFI. Este dispositivo, que cuenta con 4,096 antenas, está diseñado para detectar ondas de radio de baja frecuencia que provienen de la época de reionización del universo. Sin embargo, al observar el cielo en su totalidad, no puede evitar captar señales de satélites. Esto podría llevar a que, en un futuro cercano, la comunidad astronómica se vea limitada en su capacidad para realizar observaciones efectivas.
A pesar de la dificultad que representa el modelado y la eliminación de la RFI, el descubrimiento de un señal de televisión que se reflejó en un avión ha ofrecido nuevas esperanzas. Pober y su colega Jade Ducharme lograron rastrear la fuente de una señal de televisión a un avión que volaba a 11,7 kilómetros de altitud. Este hallazgo les permite ahora modelar la interferencia y, potencialmente, filtrar estos datos, preservando así la valiosa información que de otro modo se perdería. Con este avance, se abre la puerta a la posibilidad de mejorar la calidad de las observaciones astronómicas, manteniendo la integridad de los datos frente a la creciente interferencia de la tecnología moderna.
