Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania ha puesto de manifiesto la importancia de la intervención médica en las vacas durante la etapa periparto, es decir, el periodo que abarca desde las últimas fases del embarazo hasta el parto y el inicio de la producción de leche. Este periodo es crítico para la salud de las vacas, ya que los cambios fisiológicos que se producen pueden desencadenar una inflamación sistémica, lo que a su vez puede afectar negativamente tanto la salud del animal como su producción láctea.
Estrategias prácticas para reducir la inflamación
El estudio, dirigido por el profesor asociado Adrian Barragan, ha encontrado que la administración de medicamentos antiinflamatorios no esteroides, como el ácido acetilsalicílico (aspirina) y el meloxicam, puede ser una solución efectiva para mitigar estos efectos adversos. Publicado en el Journal of Dairy Science, la investigación analizó cómo estos tratamientos afectan a las vacas preñadas y sus resultados fueron reveladores.
Los hallazgos indican que las novillas, es decir, las vacas que están embarazadas por primera vez, que recibieron meloxicam, mostraron un aumento significativo en la producción de leche. Asimismo, las vacas sobrealimentadas, que presentan un exceso de grasa corporal, también experimentaron un aumento en la producción láctea durante las semanas 10 a 15 de la lactancia cuando fueron tratadas con meloxicam. Por otro lado, las vacas sobrealimentadas que recibieron aspirina presentaron una tasa de enfermedades significativamente inferior en comparación con aquellas que recibieron meloxicam o un placebo.
Barragan destacó que la investigación busca desarrollar estrategias prácticas que los ganaderos puedan incorporar fácilmente a sus rutinas. En lugar de aplicar un tratamiento generalizado a todo el rebaño, el enfoque se centra en identificar grupos de animales que pueden estar en mayor riesgo de inflamación sistémica exacerbada y, por lo tanto, requieren un manejo proactivo para prevenir efectos negativos en su bienestar y rendimiento.
Los investigadores asignaron 170 vacas y 63 novillas a tres grupos de tratamiento: meloxicam, aspirina o placebo. Cada vaca recibió una dosis oral de su tratamiento designado dos semanas antes de la fecha prevista de parto. A lo largo del estudio, se tomaron muestras de sangre semanalmente y se registraron datos sobre la producción de leche y la salud de los animales, incluyendo enfermedades como la mastitis.
Los resultados muestran que las novillas tratadas con meloxicam produjeron, en promedio, 5 kg más de leche en los primeros 150 días de lactancia en comparación con las vacas que no recibieron este tratamiento. Además, se observó que solo el 21% de las vacas sobrealimentadas tratadas con aspirina desarrollaron alguna enfermedad en los primeros 60 días de lactancia, frente al 38% de aquellas que recibieron meloxicam o placebo.
Este avance en la investigación sobre la salud bovina podría abrir la puerta a futuras exploraciones sobre el tratamiento de otros grupos de vacas, lo que podría tener un impacto significativo en la producción láctea y en el bienestar animal en la industria ganadera.
