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En un esfuerzo por entender mejor el impacto del aumento de los niveles de dióxido de carbono (CO2) en los ecosistemas terrestres, especialmente en los bosques tropicales, un grupo de científicos ha puesto su mirada en un entorno singular: el volcán activo Rincón de la Vieja, en Costa Rica. Esta investigación, liderada por el climatólogo César Terrer, profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y su colega Josh Fisher, de la Universidad de Chapman, busca analizar las emisiones de CO2 y su influencia en la vegetación en un contexto natural.
La relación entre niveles elevados de CO2 y el crecimiento de las plantas, conocido como el efecto de fertilización por CO2, tiene el potencial de mitigar los efectos del cambio climático al permitir que las plantas absorban más carbono. Sin embargo, los científicos advierten sobre la posibilidad de que las plantas alcancen un punto de saturación, limitando su capacidad para contrarrestar el aumento de CO2 en la atmósfera. Comprender estas dinámicas es crucial para hacer predicciones climáticas precisas y desarrollar estrategias efectivas de secuestro de carbono.
Un enfoque innovador en un entorno natural
La investigación se centra en aprovechar los niveles naturalmente altos de CO2 alrededor de volcanes activos, lo que permite estudiar el efecto de fertilización en condiciones reales. Investigar en densos bosques tropicales, como el Amazonas, presenta desafíos logísticos y económicos significativos, ya que requeriría la instalación de grandes tanques de CO2 y una infraestructura compleja para distribuir el gas de manera uniforme. En contraste, el Rincón de la Vieja ofrece un laboratorio natural sin necesidad de costosas instalaciones.
Los científicos han instalado una red de 50 sensores en el dosel del bosque que rodea el volcán. Estos dispositivos monitorean continuamente los niveles de CO2, lo que les permite comparar zonas con emisiones naturalmente altas con áreas de control que presentan concentraciones típicas de CO2. El objetivo es capturar datos durante un año, lo que proporcionará un conjunto continuo de información sobre las fluctuaciones de CO2.
El principal objetivo de esta investigación es determinar si el efecto de fertilización por CO2 puede mantenerse en el tiempo o si las plantas eventualmente llegarán a un punto de saturación. Esta información es esencial para mejorar los modelos climáticos y las estrategias de mitigación de carbono. Además, se está explorando el uso de tecnologías aéreas, como drones, para evaluar el almacenamiento de carbono en áreas más amplias, lo que podría ofrecer una visión más integral del potencial de secuestro de carbono en los ecosistemas tropicales.
El enfoque de Terrer y Fisher podría allanar el camino para estudios similares en otros ecosistemas, aumentando nuestra comprensión de cómo la naturaleza responde a los niveles crecientes de CO2 y, en última instancia, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.