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Al menos una persona ha perdido la vida y dos más han resultado heridas en un ataque con arma blanca ocurrido en el mercado de la ciudad francesa de Mulhouse, según informan medios locales. El presunto atacante, un hombre de 37 años de origen argelino, estaba bajo la obligación de abandonar el territorio francés y contaba con una prohibición judicial de diez años para regresar al país.
Según el canal de televisión TF1, el individuo debía presentarse en la comisaría para firmar su control judicial, que incluía una medida de arresto domiciliario, pero se negó a hacerlo en el momento de los hechos. Testigos del ataque afirmaron haber escuchado la frase “Allahu Akbar” durante el incidente, lo que ha llevado a las autoridades a considerar la posibilidad de un trasfondo terrorista en este suceso.
Reacciones y contexto
La alcaldesa de Mulhouse, Michele Lutz, confirmó que varios agentes de la policía municipal que intervinieron para neutralizar al atacante también sufrieron lesiones. En un mensaje publicado en Facebook, Lutz expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y señaló que, aunque se favorece la hipótesis de un acto terrorista, esta debe ser confirmada a nivel judicial.
Este ataque se produce en un contexto de creciente preocupación en Francia por la seguridad y la violencia, especialmente en relación con incidentes que involucran a individuos con antecedentes judiciales y situaciones migratorias irregulares. La respuesta de las autoridades y la sociedad civil ante estos actos de violencia es un tema de debate constante, que pone de relieve la complejidad de la integración y la seguridad en el país.