El reciente resultado de las elecciones en Alemania ha causado un gran revuelo político en el país. Según las proyecciones, la Unión de Friedrich Merz (CDU) ha obtenido el 28,5% de los votos, seguida por la AfD con el 20,5%. Por su parte, el SPD de Olaf Scholz ha registrado su peor resultado histórico con un 16,5%, mientras que Los Verdes obtuvieron un 11,9% y Die Linke un 8,7%.
El BSW logró un 5,0% y la FDP solo un 4,5%, poniendo en peligro su entrada en el Bundestag. La posibilidad de una coalición con la AfD ha sido descartada por varios partidos, incluyendo la Unión, el SPD, Los Verdes, Die Linke y la FDP.
El Südschleswigsche Wählerverband (SSW) probablemente obtendrá un escaño en el Bundestag, al estar exento de la barrera del 5% por ser un partido de la minoría danesa.
En cuanto a las posibles coaliciones, la mayoría en el nuevo Bundestag se sitúa en 316 votos. Dependiendo de cuántos partidos entren, las opciones de coalición varían. Si el BSW logra entrar, solo una coalición Kenia (Unión, SPD y Los Verdes) tendría mayoría. Si el BSW no entra, Schwarz-Rot tendría mayoría, pero no Schwarz-Grün.
La participación electoral ha sido la más alta desde la reunificación, alcanzando un 83%, frente al 76,4% en 2021.
En cuanto a los resultados por género y edad, la AfD ha sido más exitosa entre los hombres, mientras que el SPD y Die Linke han tenido más apoyo entre las mujeres. En cuanto a los jóvenes, Die Linke lidera entre los 18-24 años con un 27% de votos, seguido por la AfD con un 21%.
Este resultado electoral marca un cambio significativo en la política alemana y plantea importantes retos para la formación de un nuevo gobierno en el país. La incertidumbre política se cierne sobre Alemania, y las próximas semanas serán decisivas para el futuro político del país.
