El caos se apoderó del parlamento serbio el pasado martes cuando varios diputados de la oposición lanzaron bombas de humo y fuegos artificiales en protesta contra el gobierno. Este incidente provocó lesiones graves y desató una serie de enfrentamientos dentro de la cámara legislativa.
La sesión de apertura de la primavera comenzó con tensiones palpables, especialmente tras la aprobación de la agenda legislativa por parte de la coalición gobernante, liderada por el Partido Progresista Serbio (SNS). Algunos políticos de la oposición, descontentos con la situación, se lanzaron hacia la silla del presidente, lo que derivó en un forcejeo con los guardias de seguridad.
En la agenda del parlamento figuraba la adopción de una ley destinada a aumentar los fondos para las universidades, una de las principales demandas de los estudiantes que han estado protestando desde diciembre. Además, estaba programado un debate sobre la dimisión del primer ministro Milos Vucevic. Sin embargo, los diputados de la oposición argumentaron que no era apropiado aprobar leyes propuestas por un gobierno cuyo primer ministro ya había renunciado.
Vucevic anunció su dimisión en enero, tras semanas de manifestaciones en contra del gobierno por presunta corrupción y negligencia. La indignación pública se intensificó después del colapso de un toldo de hormigón en la estación de tren de Novi Sad en noviembre de 2024, que resultó en la muerte de 15 personas. El primer ministro, por su parte, ha sostenido que las protestas están siendo orquestadas desde el extranjero con el fin de llevar a cabo un golpe de estado.
Las imágenes transmitidas en vivo mostraron cómo el humo negro y rosa llenaba la sala, mientras los diputados de la oposición lanzaban agua y huevos hacia el podio. A pesar del estruendo, la presidenta de la cámara, Ana Brnabic, continuó con la sesión, condenando el desperdicio de alimentos y argumentando que los huevos podrían haber alimentado a cientos de familias.
Entre los heridos se encontraba la diputada Jasmina Obradovic, de 64 años, del SNS, quien sufrió un derrame cerebral y se encuentra en estado crítico. Brnabic, visiblemente afectada, se dirigió a los diputados de la oposición diciendo: “La mujer está luchando por su vida después de que le lanzaron una granada de aturdimiento”. El presidente serbio, Aleksandar Vucic, visitó posteriormente a Obradovic en el hospital.
Otra diputada, Sonja Ilic, quien se encuentra embarazada de ocho meses, se sintió mal debido al ruido y al humo, mientras que Jasmina Karanac sufrió una lesión en la cabeza tras ser golpeada por un artefacto pirotécnico. Las protestas, que comenzaron en Novi Sad, se han extendido a la capital, Belgrado, y han llevado a la cancelación de clases en numerosas facultades y escuelas debido a los boicots estudiantiles.
Vucic ha acusado a la oposición de colaborar con agencias de inteligencia extranjeras para desestabilizar el país, describiendo las manifestaciones como un intento de “revolución de colores”. Ha afirmado que una coalición de intereses occidentales, croatas y albaneses está trabajando para “destruir Serbia desde dentro” y ha prometido que el gobierno no tiene intención de ceder.
Tras los incidentes del martes, un grupo de personas se congregó frente al edificio del parlamento, bloqueando una importante avenida en Belgrado. Los líderes de las protestas han convocado una gran manifestación en la capital para el 15 de marzo.
