
Un reciente estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences por un equipo de investigación multidisciplinario, liderado por el Instituto de Ciencias Industriales de la Universidad de Tokio, ha logrado desentrañar los mecanismos que rigen el comportamiento de distanciamiento social durante las epidemias. Este avance no solo aporta claridad a un fenómeno complejo, sino que también ofrece herramientas útiles para la planificación de futuras intervenciones de salud pública.
El equipo de investigación abordó un problema de optimización que describe cómo los individuos ajustan su comportamiento en respuesta a una epidemia, buscando equilibrar los costos de la infección y las medidas de distanciamiento social. Parte de la premisa es que los ciudadanos actúan de manera racional, buscando resultados óptimos para su bienestar personal.
Reglas Simples para un Comportamiento Complejo
Los modelos matemáticos desarrollados por los investigadores revelaron normas simples, hasta ahora no reconocidas, que rigen esta toma de decisiones. Los resultados indican que el distanciamiento social de individuos racionales debería ser proporcional tanto al número de casos de infección como al costo asociado a la misma. Como señaló Simon Schnyder, autor principal del estudio: «Lo que encontramos fue sorprendentemente simple. A pesar de que este comportamiento se pensaba complejo, nuestros resultados respaldan la intuición de que, con un mayor costo de infección y más casos, se producirá un mayor distanciamiento social».
Este estudio proporciona directrices claras para predecir el comportamiento de la población basándose en solo dos factores: el número básico de reproducción del patógeno y el costo estimado de la infección. Esta información puede ser crucial para que los responsables políticos pronostiquen si una población optará por un distanciamiento social significativo o si continuará con sus actividades normales. Así se explica, por ejemplo, la reducción en la socialización observada durante la epidemia de COVID-19, incluso en sociedades que no implementaron confinamientos obligatorios.
Matthew Turner, autor senior del estudio, destacó que «nuestros hallazgos pueden parecer sencillos, pero ofrecer una explicación matemática clara para este comportamiento complejo representa un avance significativo en el campo de la epidemiología conductual». Este trabajo también valida científicamente enfoques de salud pública que se desarrollaron de manera intuitiva durante epidemias pasadas, como la del VIH.
Los resultados de esta investigación son de gran utilidad para los gobiernos que necesitan diseñar estrategias de intervención para futuras epidemias. Además, el estudio ofrece un objetivo claro para los ciudadanos: actuar de manera racional ante la próxima crisis sanitaria.
Más información:
Simon K. Schnyder et al, Understanding Nash epidemics, Proceedings of the National Academy of Sciences (2025). DOI: 10.1073/pnas.2409362122
Proporcionado por
Universidad de Tokio