
Los bomberos en Japón se enfrentan actualmente al peor incendio forestal del país en medio siglo, que ha dejado un saldo trágico de al menos una víctima mortal y ha obligado a la evacuación de cerca de 4,000 residentes en la localidad de Ofunato, en la región de Iwate. Este incendio, que se inició hace cinco días tras un periodo de lluvias récord bajas, ha devorado aproximadamente 2,600 hectáreas, un área más de siete veces mayor que la de Central Park en Nueva York.
Imágenes aéreas han mostrado columnas de humo blanco surgiendo de zonas boscosas cercanas a la ciudad de Ofunato, donde las condiciones climáticas han contribuido a la propagación del fuego. Este desastre se produce tras el verano más caluroso registrado en Japón el año pasado, lo que resalta el impacto del cambio climático en fenómenos meteorológicos extremos.
Impacto y respuesta ante la emergencia
Según la Agencia de Gestión de Incendios y Desastres, este es el incendio forestal más devastador desde 1975, cuando se quemaron 2,700 hectáreas en Kushiro, en la isla de Hokkaido. Hasta ahora, se ha confirmado que al menos 80 edificios han sido dañados. A pesar de los esfuerzos coordinados de alrededor de 2,000 bomberos, muchos de ellos desplazados desde Tokio, el fuego sigue avanzando. Las autoridades han informado que, aunque existe poca preocupación de que el incendio alcance áreas más densamente pobladas, se están realizando todos los esfuerzos posibles para contenerlo.
El fenómeno climático que ha llevado a esta situación es alarmante. Ofunato registró en febrero solo 2.5 milímetros de lluvia, un récord bajo que supera el anterior de 4.4 milímetros de 1967. Desde el inicio del incendio, el clima ha permanecido seco, y aunque se anticipa que podría llover o incluso nevar en los próximos días, la situación sigue siendo crítica.
Las empresas locales también están sintiendo el impacto del incendio. Taiheiyo Cement ha suspendido operaciones en su planta de Ofunato debido a que parte de las instalaciones se encuentra en la zona de evacuación. La empresa de confitería Saitoseika ha expresado su preocupación por la posibilidad de tener que detener la producción si sus instalaciones se convierten en una zona restringida.
En un gesto de solidaridad, el joven prodigio del béisbol japonés Roki Sasaki, quien recientemente se unió a los Los Angeles Dodgers, ha ofrecido una donación de 10 millones de yenes (aproximadamente 67,000 dólares) y 500 juegos de ropa de cama para ayudar a los afectados, recordando sus propios vínculos con la tragedia del tsunami de 2011 que devastó la región.
A pesar de que el número de incendios forestales en Japón ha disminuido desde su pico en los años 70, en 2023 se registraron aproximadamente 1,300 incendios, concentrándose en los meses de febrero a abril, cuando el aire se seca y aumentan los vientos. Esta situación plantea preguntas sobre el futuro del medio ambiente en Japón y la necesidad de tomar medidas efectivas frente a los efectos del cambio climático.